Bienvenido "Nico", se te extrañaba. Se sabía que la ausencia de Lodeiro era importante, pero anoche quedó demostrado cuánto. Con el capitán de la Sub 20 en cancha este fue otro Nacional, muy distinto al de los partidos anteriores y ni que hablar que fue la contracara del que cayó estrepitosamente 4-0 el sábado frente a Wanderers.
La noche del Parque Central se llenó de fútbol gracias a Lodeiro. Es cierto que Atenas no fue un rival para nada exigente y que el tanto de Sergio Blanco a los 8` terminó el partido casi antes de que comenzara, pero nada empalidece la clase que paseó por el campo el sanducero. Eduardo Acevedo siempre destacó las buenas intenciones que tenía Nacional, pero quedó muy claro anoche que hace falta ese salto de calidad para pasar de los intenciones a los hechos y el responsable de hacer que Nacional lo diera fue Lodeiro.
Si uno observa cualquier video de los juegos anteriores del elenco tricolor, inclusive el del 3-0 sobre Defensor Sporting, se va a encontrar con que hay una diferencia sustancial entre el Nacional sin y el Nacional con el juvenil: la velocidad.
Tanto el segundo gol, convertido por el propio Lodeiro, como el cuarto obra de Álvaro González, fueron exquisiteces y no sólo por las definiciones de las jugadas, sino porque ambas conjugaron la perfección del fútbol moderno: velocidad, rotación, profundidad y precisión.
Si bien fueron cuatro las variantes que introdujo Acevedo en la oncena titular, los que de verdad cambiaron la cara del equipo fueron los del medio con los ingresos de Lodeiro y el "Tata" González, porque fueron los que le dieron velocidad y claridad al equipo. "Nico" jugando simple, a un toque, sin meterse entre dos o tres para tratar de eludirlos sino mostrándose como descarga, pasando y moviéndose para situarse nuevamente como opción de pase, en tanto el "Tata" le dio precisión a la salida. De esta forma se formó un circuito futbolístico muy interesante entre estos dos jugadores y Blanco, lo que posibilitó una segunda variable futbolística: la soltura de "Matute" Morales.
Sin tener que llevar las riendas de la generación del fútbol en forma exclusiva, porque en los encuentros anteriores Matías Cabrera no pudo crear, apareció mucho más solo ya que la atención estaba en controlar a Lodeiro. Esto le permitió tener más panorama y mejor control de la pelota. Así Nacional tuvo dos usinas generadoras de fútbol y fue letal.
"Veníamos de un partido que no era lo lógico. La dinámica, el pressing y la circulación de pelota que tuvimos fueron superiores al buen planteamiento de Atenas", reflexionó Acevedo luego del partido. Y... con Lodeiro en cancha es más fácil.
Fuente:ovación
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