No juega. O lo hace poco. No tiene continuidad y eso para cualquier arquero es fatal. Le falta arco. Y a la falta de arco se le suman los problemas en distancia, `timming`, reacción y fútbol.
Todo muy cierto, muy valedero, al menos en lo previo. Pero todo eso se suple con pasta. Con categoría. Y así fue como salió airoso Sebastián Viera del examen de ayer frente a Paraguay. No cometió un solo error, no dio un solo rebote, no ambientó ninguna jugada de gol y por contrapartida, demostró seguridad, serenidad, aplomo y personalidad en los momentos más duros para el arco de la selección.
Los ojos de las casi cincuenta mil almas estuvieron siguiéndolo desde el momento mismo que pisó el césped, todo vestido de negro, como vestían los arqueros de la selección uruguaya de los `60 y los `70. Se lo vio ágil, atento, motivado, entusiasmado, cuando salió al campo de juego y se colocó de espaldas a la Tribuna Amsterdam.
Después, en el partido, empezó a transmitir seguridad.
La tarea para Viera comenzó antes de lo previsto. A los 8 minutos, una falta de Diego Lugano al borde del área grande propició la primera chance de gol para los paraguayos. Detrás de la pelota, Salvador Cabañas, un especialista.
Formó bien la barrera, se hincó para ver entre las piernas de los defensores y se ubicó casi en el medio del arco. La pelota fue bien ubicada por encima de la barrera celeste y cayó junto al caño derecho. Viera se estiró, voló y con las dos manos envió la pelota al corner. La primera ovación del Centenario fue para coronar su regreso al arco de la selección.
Pocos minutos después, Haedo Valdez sorprendió con un disparo desde afuera del área. Siguió con su mirada la pelota que terminó yéndose afuera por encima del horizontal.
Cuando iban 30 minutos, tuvo que salir del arco para tirarse a los pies ante Haedo Valdez. Tuvo tiempo y distancia.
Tres minutos más tarde, un tiro de Cabañas se fue cerca del caño izquierdo. Se tiró y siguió la trayectoria de la pelota con los brazos extendidos.
Antes de que finalizara el primer tiempo, descolgó su primer y único centro de todo el encuentro. A los 42` contuvo con sus manos una pelota llovida al punto penal y sacó rápido con su brazo para posicionar a Cristian Rodríguez en un contragolpe celeste.
En el complemento, tuvo menos trabajo pero igual siempre se mostró atento y seguro. Cortó afuera del área un avance guaraní. Salió de su arco y cortó con un cabezazo la corrida de Haedo Valdez.
Después, tuvo solo dos pelotas más cerca de su valla. Un tiro de lejos de Edgar Barreto pasó cerca del caño derecho pero ya había acompañado con su estirada el recorrido de la pelota.
A tres del final, un fuerte disparo de Julio César Cáceres lo encontró bien parado. Embolsó la pelota contra su pecho y se tiró hacia adelante apoyando los codos en el césped. Técnica pura.
Con el pitazo del brasileño Carlos Simón, dio rienda suelta a su alegría. No sólo por el triunfo, sino porque terminó redondeando una gran actuación en el arco.
Ahuyentó a los fantasmas de la inactividad. Y algo quedó claro: a Viera no le falta arco, le sobra. Por clase y personalidad.
Reaccionó bien a los 33`
Nelson Haedo Valdez sorprendió desde afuera del área con potente disparo. La pelota se fue muy cerca del caño izquierdo del arco celeste. Viera acompañó con su vuelo la trayectoria del balón. Cero problema.
Fue abajo a los 56`
Pelota larga al área de Uruguay, corrida de Haedo Valdez y Paulo Da Silva. El tiro del primero sorprendió a todos pero no a Viera que siguió atentamente el recorrido de la pelota. El disparo se fue apenas desviado a los 56`.
La más peligrosa: a los 8`, tiro libre de cabañas
Los equipos aún se estudiaban en el campo de juego pero una falta de Diego Lugano, a los 8`, posibilitó la primera chance para los paraguayos. El tiro libre al borde del área lo ejecutó muy bien Salvador Cabañas pero Sebastián Viera respondió yendo abajo. Fue córner.
El único centro: a los 42`
La pelota cayó anunciada en el punto penal del área celeste. Pero Viera salió decidido arriba y con ambas manos contuvo el balón. Sacó rápido con el brazo a Cristian Rodríguez y ambientó un contragolpe de Uruguay a los 42`.
La última fue a los 87`
El partido estaba liquidado pero Paraguay llegó desde afuera del área. Julio César Cáceres tiró fuerte y al medio. Viera estaba bien ubicado, embolsó la pelota contra el pecho y se tiró hacia adelante apoyando los codos. Iban 87`.
La cifra
7 Fue el puntaje de Sebastián Viera en su regreso a la titularidad en el arco celeste. Respondió siempre cuando fue exigido.
Fuente:ovación
