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jueves, 18 de junio de 2009

“Esto es lo mejor en los años que llevo acá”


Oscar Javier Morales volvió a ser el patrón del mediocampo. Tras el juego de anoche, el volante destacó la clasificación. “Esto significa que el equipo está para cosas importantes pero no podemos apresurarnos. Seguiremos con la misma humildad y esperamos poner a Nacional en la final de la Copa.

En los años que llevo en el club, este es el momento más importante en lo personal. Me había tocado llegar a fases de ida y vuelta pero no poder avanzar. Ahora tenemos la chance de seguir y esperamos la semifinal con tranquilidad.

También tenemos la otra competencia local sobre la que nos abocaremos desde ahora”. Morales manifestó “tener estudiado” al rival de anoche en los choques con Recife y Colo Colo y expresó el deseo de que Defensor clasifique esta noche en La Plata.

“Eso hablaría bien del fútbol uruguayo. Por encima de los colores de las camisetas, ojalá les vaya bien”, auguró. Finalmente, Ojota destacó el apoyo de la parcialidad. “El objetivo era lograr la clasificación y la gente se fue contenta. A esa gente que nos apoya, al pueblo tricolor le agradecemos el apoyo que nos está dando”, concluyó.

Fuente:últimas noticias

“Les controlamos las bandas”


El estratega tricolor concluyó abruptamente la conferencia de prensa y se retiró ofuscado. Gerardo Pelusso se quejó de que no se resaltó la clasificación de Nacional después de haber recibido las felicitaciones de toda la prensa que lo consultó. Antes de la reacción desproporcionada e irascible, el entrenador analizó el partido reconociendo que el equipo abusó del pelotazo.

“Pensamos que podría ser una serie cerrada como se dio, dada las características de los dos equipos. Dos equipos con calidad y paridad. Abusamos del pelotazo y no hubo claridad para salir porque ellos presionaron arriba. En el segundo tiempo arrancaron con tres de punta y variaron lo planificado”. Asimismo, el técnico destacó la labor defensiva y la efectividad del planteo táctico: “Analizamos el partido sobre dos o tres puntos. Sabíamos de la peligrosidad de Keirrison junto a Cleyton y Diego Sousa. Eso se controló. No recuerdo que hayan tenido libertad. Las bandas las controlamos bien y no dejamos rematar, creo que las cosas importantes las hicimos”, destacó. Pelusso se refirió también a las vicisitudes que pasó para conformar el equipo debido a los jugadores que se engriparon y destacó la ausencia de Álvaro Fernández. “Tuvimos que armar el equipo sabiendo que había jugadores disminuidos y necesitábamos que llegaran con la mayor energía posible. A raíz de ello, los distribuimos en el campo con tres defensores en el fondo y tapando las bandas del rival”, señaló.

Antes de dejar la charla con los periodistas, se refirió a los pasos a seguir de cara a la final de la Copa Uruguaya ante Defensor. “Veremos con la sanidad cómo han quedado los jugadores y la fecha en la que se jugará la primera semifinal de la Copa. A partir de ello, planificaremos”.

Cuando fue consultado sobre qué rival prefería para la llave próxima se ofuscó y se levantó de la mesa de la sala de prensa del Centenario. “No depende de mí quien será el rival. Lo que estaba en nosotros lo hicimos. Todo se ha limitado a que nos defendimos y tiramos la pelota para adelante. Nadie le ha dado el valor a esta victoria, por tanto concluimos aquí”, remató el entrenador y partió a Los Céspedes después de la clasificación y la ira.

Fuente:últimas noticias

"Lo mejor aún está por venir", asegura Medina


Nacional tiene dos caudillos que luego de mil batallas con la tricolor en el pecho hoy disfrutan de su mejor momento. Así lo admiten tanto Alexander Medina como el capitán Oscar Javier Morales.

Codo a codo, como cuando se sientan en la concentración para darle algún consejo a un juvenil o para evaluar cómo está el grupo, así se acomodaron en la sala de prensa para dejar sus impresiones. Y el "Cacique", que siempre deja conceptos muy jugosos, tiró la primera. "Este es el mejor momento de mi carrera. Si estamos hablando de que hace 20 años que un equipo uruguayo no se mete en una semifinal, quiere decir que -como hablamos nosotros- hoy se empezó a escribir una nueva historia. A partir de ahora está en nosotros seguir adelante y tenemos mucha confianza. Lo mejor aún está por venir".

El delantero, que hizo un trabajo titánico adelante para pelear cada pelota, admitió que "desde el primer minuto se planteó un partido friccionado, con poco juego de los dos equipos y escasas situaciones de gol. Era importante cerrar los espacios, correr mucho, y poner pierna fuerte, porque fue un típico partido de Copa de años atrás". Medina asegura que el grupo "demostró una vez más que se adapta a todas las circunstancias, porque cuando tiene que jugar juega y hoy somos conscientes que no hicimos un gran partido, pero jugamos como el partido lo pedía. Sufrimos hasta el final, pero estamos muy satisfechos y en mi caso estoy muy orgulloso de integrar este equipo".

El "Cacique" aclaró: "Esto no quiere decir que ya estamos conformes. Vamos a ir a jugar la semifinal con todo para meternos en la final de la Copa".

"OJ", un titán en la mitad del terreno recuperando balones cuando Palmeiras se tiró con todo al ataque para anotar el gol que precisaba, expresó: "He disputado varias Copas pero siempre con sabor amargo, porque habíamos hecho buenas fases pero en el ida y vuelta quedamos por el camino. La vez que estuve más cerca fue en 2003, así que esto significa que en los años que llevo en el club es lo más importante que me ha tocado vivir. Seguimos soñando con pasar la semifinal para colocarnos en la definición, pero no nos podemos adelantar sino seguir trabajando porque esto es muy largo y pueden pasar muchas cosas. La humildad del equipo es muy importante para seguir corrigiendo errores".

De cualquier manera, Morales se entusiasma con el futuro. "Haber eliminado a un muy buen rival como Palmeiras significa que el equipo está para cosas importantes".

El capitán contó que en el entretiempo "hicimos hincapié en que ellos iban a hacer algún cambio ofensivo, y como nosotros teníamos tres zagueros y dos por afuera, cuando atacábamos debíamos tener el equipo bien balanceado porque nos iban a dejar tres hombres de punta más los volantes que vinieran con pelota dominada. Por eso terminamos defendiendo con siete u ocho hombres y no tuvimos fuerza para llegar al gol, más allá de la jugada del `Morro`; pero acá no importaba jugar lindo, sino conseguir el objetivo de la clasificación para dejar a la gente contenta".

Rodríguez: "Se nos paralizó el corazón"

"Nosotros teníamos la ventaja del gol de visitante, pero igual salimos del primer momento a buscar el partido. El rival también juega y debía anotar. Sobre el final tuvieron la ocasión más clara de gol con ese cabezazo que se fue afuera. La verdad que ahí se nos paralizó el corazón a todos, pero enseguida tuvimos la del `Morro`, que la queríamos todos. No entró, pero igual clasificamos".

Alarcón: "Ojalá que Defensor clasifique"

"Estoy feliz porque cumplimos una etapa muy importante, ya que hacía 20 años que un uruguayo no llegaba a semifinales y nosotros lo conseguimos. Tenemos una gran esperanza de llegar lejos con este equipo y con el invalorable apoyo de la gente. Ojalá, y lo digo de corazón, que Defensor tenga la misma suerte que nosotros y clasifique para que Uruguay se asegure un lugar en la final".

Coates: "Me barrí y rebotó en el brazo"

"No sé si fue penal, son situaciones de partido. Yo me tiré a barrer y luego que toqué la pelota me rebotó en el brazo. Pero antes había habido una mano en el área de ellos y el árbitro tampoco había cobrado penal. Me tocó jugar como último hombre y ordenar la defensa, pero Victorino y Romero tienen mucha experiencia y en realidad fueron ellos los que me ordenaban a mí".

Fuente:ovación

Estalló el corazón "bolso"


"Va a ser muy difícil dormir esta noche", dijo el volante Pierre al llegar extenuado al vestuario de Palmeiras después de seguir a Lodeiro por toda la cancha.

Los "bolsos" en cambio no iban a tener ningún problema para conciliar el sueño. Seguramente, lo lograron apenas pusieron la cabeza en la almohada. Y se durmieron con una sonrisa dibujada en sus labios. Los creyentes, convencidos que fue Dios el que sopló el remate de Obina desviando la pelota apenas afuera. Otros se fueron a la cama pensando que simplemente era cuestión de merecimiento y que era el equipo de sus amores el que debía estar en las semifinales de la Copa Libertadores. Nuevamente, como hace 21 años.

Por la clase de Coates, la lucha de Arismendi y el sacrificio del "Cacique" Medina.

Por el apoyo de la gente que una vez más le dio un marco impresionante a la fiesta. Por los que driblearon al jefe para irse un rato antes del trabajo. Por los que llevaron a sus hijos sin importarles el frío ni el acecho cada vez más cercano de la tan mentada gripe porcina. Esa misma enfermedad que permitió que los tricolores llegaran a semifinales sin haber pasado por los octavos.

Por los que juntaron monedas para comprar el humo de colores y darle al equipo un recibimiento espectacular. Porque cuando Nacional salió al campo de juego, el humo verde que había soltado la "torcida" paulista pareció insignificante al lado del rojo, blanco y azul que inundó las dos cabeceras.

Por los que encendieron las miles de lucesitas que llenaron las tribunas de luciérnagas en noche de verano. Por los que armaron las serpentinas que saludaron a los capitaneados por OJ y taparon luego los taludes Amsterdam y Colombes. Por los que cantaron, por los que alentaron agitando banderas y camisetas.

Por Mathías Cardacio y el "Chengue" Morales que estuvieron antes del partido en el vestuario demostrando que a Nacional no se lo puede olvidar fácilmente.

Por Alexander Medina que recorrió la cancha para estrecharse en una abrazo con cada uno de sus compañeros antes de que el juez pitara el comienzo del partido.

Por las sombrillas que bailaron toda la noche en la Colombes, una tribuna que les fue impuesta pero donde los "bolsos" se sienten cada vez más cómodos.

Por el "¡Nacional, Nacionaaal!", que sonó fuerte en los momentos más difíciles alzándose incluso sobre la batucada visitante.

Por los que aplacaron los nervios jugando con las enormes pelotas rojas del Banco Santander durante el entretiempo.

Por los que aplaudieron la salida del "Grillo" Biscayzacú aunque esta vez no hubiera podido cantar "cri cri". Por el argentino Federico Domínguez que con sus brazos le pidió más aliento a la tribuna Olímpica.

Por los pocos que comenzaron el ya clásico "¡el que no salta es de Peñaroool!" que terminó con todo el Estadio saltando. A los que sufrieron cada vez que el arquero Marcos subió al área a cabecear. A los que soportaron estoicos el dramatismo final.

Por las 55.000 personas que sacaron como antes, como siempre, los pañuelos blancos para festejar el empate que los puso nuevamente en las semifinales de la Copa Libertadores. Como hace 21 años.

La cifra

55.000 Personas fueron las que se dieron cita anoche en el Estadio Centenario para alentar a Nacional. Se fueron felices con la clasificación.

La imagen del dolor

El arquero Marcos se quedó sentado en el campo, desolado y buscando una explicación en el piso. Hizo todo lo que pudo y en los minutos finales subió a cabecear buscando una victoria que era lo único que les servía.

La humareda tricolor

Los hinchas de Nacional le brindaron un recibimiento espectacular a su equipo. El humo blanco, azul y rojo cubrió totalmente las tribunas Amsterdam y Colombes dándole un colorido y calor muy especial a la noche invernal.

Las sonrisas de dos semifinalistas

Durante el partido de anoche, tanto el argentino Federico Domínguez como el "Cacique" Alexander Medina apretaron los dientes. Pero al final, los dos mostraron sus grandes sonrisas al festejar el pasaje a las semifinales de la Copa y compartirlo con las tribunas repletas de hinchas.

Fue la más clara

Un minuto después del tiro de Obina, Santiago García protagonizó un contragolpe electrizante. El "Morro" le ganó a los defensas brasileños en velocidad y definió ante la salida del arquero Marcos; pero la pelota se fue afuera.

Se detuvo el pulso...

O.J. Morales y Rodrigo Muñoz siguen la trayectoria de la pelota. Afortunadamente, el cabezazo de Obina se fue apenas afuera. Fue el peor momento de la noche para los hinchas tricolores que al final volvieron a respirar.

Fuente:ovación