El Parque Central es uno de los mayores orgullos de los hinchas tricolores, es un escenario cómodo, céntrico, moderno, tiene una de las mejores canchas del país y además suma a sus atributos la empatía que ha generado en hinchas y socios, que han arrendado palcos vip y butacas, han colmado sus tribunas en varias ocasiones e incluso han contribuido directamente con las obras, en algunos casos con su aporte económico y en otros con horas de trabajo. Todo es positivo... visto desde afuera. Pero en la interna del club, entre funcionarios, directivos e integrantes de las distintas comisiones, la remodelación del estadio ha causado múltiples discusiones, algunas de las cuales se mantuvieron puertas adentro, como las relacionadas a la conversión en tribuna del talud Abdón Porte, la reciente diferencia que involucró a la zona que perteneció al padel, hasta que la ampliación de la Tribuna Atilio García puso la situación al rojo vivo en las últimas horas.
Por un lado, están quienes quieren que las obras sigan avanzando sin reparar en otros temas, mientras que parte de la oposición se niega a que continúen en estas condiciones. Como adelantó LA REPUBLICA en el mes de enero, el directivo y referente de la primera etapa de las obras, Pablo Martínez, elaboró un proyecto que permitiría que las mismas fueran autofinanciables en lugar de ejecutarse bajo el actual plan, que provocaría el endeudamiento del club: "existe la posibilidad de financiarlas mediante la construcción de palcos y un hotel, que además generaría un ingreso mensual de sesenta mil dólares, en vez de endeudar al club en trecientos mil... por eso queremos lograr que no firmen en estas horas los papeles, porque además habría una concesión del contrato de obra que no pasó por Directiva; así que queremos que nos den algunos días", señaló el primer candidato de la oposición.
Martínez agregó que "nosotros armamos una alternativa política para las elecciones pasadas porque sabíamos que íbamos a quedar afuera del Parque Central. Perdimos y hoy estamos afuera. Pero no queremos que se firme en estos días". En las próximas horas habrá novedades respecto a este tema, ya que el dirigente presentará públicamente el mencionado proyecto, convencido de que su implementación será lo mejor para el futuro del club. Las diferencias entre las diferentes posturas tuvieron uno de sus puntos más álgidos en la última sesión de Directiva (que no contó con la presencia del presidente Ricardo Alarcón, que estaba en Lima), cuando se produjo un fuerte enfrentamiento entre el vicepresidente Atilio Narancio y el prosecretario Walter García Torres, quien volvió a ejercer su cargo tras una solicitud de licencia por razones de salud. El doctor García Torres, en su condición de prosecretario, asumió la secretaría del club cuando se alejó Daniel Barreiro y, de acuerdo a las formalidades que deben cumplirse, debe ser quien firme los documentos más importantes acompañando la rúbrica del presidente. En la última sesión tuvo un fuerte cruce de palabras con Narancio, tras el cual solicitó a la secretaria del club que constase en el acta de la sesión que, desde ese momento, cada documento emitido debía contar con su firma, lo que aumentó la molestia del vice. Uno de los dirigentes contó a LA REPUBLICA que el descendiente del célebre dirigente pretendió ignorar al secretario y le dijo que estaba "destituido", una figura que no existe en los estamentos de la institución, lo que consideró como "una situación grave".
Fuente:la república
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