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lunes, 16 de febrero de 2009

Todo lo que el hincha no pudo ver


El ingreso a la zona de vestuarios de Nacional fue más fácil que en otras ocasiones. Esta vez, el operativo de seguridad y control funcionó a la perfección y si bien lograron colarse algunos especímenes que solo aparecen en estas ocasiones, la labor de la prensa se pudo desarrollar con bastante normalidad. Igualmente, Leonardo Burián tuvo que bancarse al mismo barra brava que lo había molestado e insultado cuando, luego de ganar la Liguilla, le negó una camiseta. Esta vez el barra no se llevó la presea pero el golero logró sacarse de encima al molesto parcial entregándole el short.

El ingreso a la zona de vestuarios de Nacional fue más fácil que en otras ocasiones. Esta vez, el operativo de seguridad y control funcionó a la perfección y si bien lograron colarse algunos especímenes que solo aparecen en estas ocasiones, la labor de la prensa se pudo desarrollar con bastante normalidad. Igualmente, Leonardo Burián tuvo que bancarse al mismo barra brava que lo había molestado e insultado cuando, luego de ganar la Liguilla, le negó una camiseta. Esta vez el barra no se llevó la presea pero el golero logró sacarse de encima al molesto parcial entregándole el short.

Minutos antes se había visto una imagen poco usual para estos tiempos. El presidente Ricardo Alarcón entró al vestuario, abrazado del capitán Oscar Javier Morales y entre los dos llevaban la copa de campeón.

Una vez que todos estuvieron dentro de la zona de camarines se escucharon los recuerdos hacia Peñarol y luego, cuando la calma se había apoderado de la mayoría se logró sentir un tímido "que de la mano de don Pelusso", que no obtuvo muchos adeptos pero que fue la primera vez que se sintió desde que el técnico está en la institución.

El doctor José Luis Luvizzio se molestó con un colega radial que había detenido a Burián, cuando el golero había sido sorteado para realizar el control antidopaje junto con el "Morro" Santiago García. Los dos jugadores se fueron de manera inmediata hacia el control médico y el delantero se la pasó hablando por teléfono celular mientras esperaba que las ganas de orinar llegaran a su cuerpo. Su hermano fue el que se llevó sus pertenencias personales.

Mientras, dentro del vestuario todo era locura; en la puerta del mismo, el "Gordo" Ramón esperaba su turno para poder entrar al mismo. El líder de la barra brindaba una imagen paternal al estar en compañía de un niño que no llegaba a los cuatro años.

Mientras se esperaba la salida de los jugadores, alguien gritaba a viva voz que no había que olvidarse de los que ya no estaban. Por eso bien vale la mención para Alexis Viera, Martín Ligüera, Walter García, Kendall Waston, Gerardo Acosta, Oscar Castro, Pablo Melo y Diego Vera, quienes pertenecieron al plantel tricolor en las primeras catorce fechas del torneo Apertura.

De las caras nuevas, el que se hizo presente fue el argentino Federico Domínguez. Alguien lo quiso parar para hacerle una nota, pero con toda la razón del mundo explicó que él no tenía nada para decir porque no era campeón. Se sentía feliz por la alegría de sus nuevos compañeros pero no se sentía parte de la misma.

Los dos primeros campeones que se retiraron del Centenario fueron los juveniles Sebastián Coates (pelado al ras desde su vuelta de Venezuela) y Maximiliano Pereyra. Ambos estuvieron charlando con Wilson Píriz, un hombre que tuvo mucho que ver con la formación humana de ambos jugadores y que actualmente trabaja para el grupo de Montero y Méndez.

A un costado de la efervescencia humana, algunos hombres de la prensa peleaban por cuestiones contractuales. Canal 10 estaba saliendo en directo desde los vestuarios y eso hizo enojar a los de Tenfield, que se supone son los dueños exclusivos de las imágenes.

Cuando comenzaron a salir los jugadores todo fue en calma. El "Chapita" Blanco no perdió la oportunidad, una vez más, para publicitar su nuevo negocio de ropa de bebés y niños, que puso junto a su mujer. Si su intención era que los medios de comunicación pongan que el local, llamado Babys and Kids, queda en Río Negro 1347... lo acaba de lograr.

Familiares de lujo esperaban a un costado. La hija de Alarcón, que siempre está presente, se abrazó eternamente con Gerardo Pelusso al verlo salir todo empapado. El técnico tricolor tiene una estima muy especial por la heredera del presidente tricolor porque en un momento complicado le dio palabras de aliento para que continuara en el cargo. A su vez, el hijo de Pelusso tampoco falta nunca y es el encargado de cargar con todos los bolsos que el entrenador siempre lleva consigo. También andaba por allí el hermano de Lodeiro y en la puerta de acceso no logró entrar un veterano que dijo que era el padre del golero de Nacional, pero cuando le preguntaron de cuál de todos ellos no se acordó del nombre de ninguno de ellos. Vivos hay en todos lados.

Mangazos hubo de todo tipo y color. El botija Galain pudo escapar con la excusa de que era su primer título y que su camiseta iba para la casa. Álvaro Fernández no sabía que hacer para explicar lo mismo, más teniendo en cuenta su extrema timidez.

Fuente:ultimas noticias

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