EL BLOG PARA TRICOPATAS APORTA TU COMENTARIO

lunes, 16 de febrero de 2009

Por aire a la copa


Si ganó y salió campeón remando de atrás, jugando desde los 51` con un futbolista menos que su adversario y se multiplicó -física y anímicamente- e, incluso, con el flaco Álvaro Fernández rengueando, medio fundido, corriendo más con el alma que con las "tabas" desde que promediaba la segunda parte, está clarísimo que a Nacional nadie le regaló nada. Al contrario: es un campeón con todas las de la ley, un campeonazo.

La precisión vale porque, sin embargo, el título a los tricolores les vino de arriba ayer de tarde en el Centenario. Es decir, en el contexto de un fútbol lineal, perpendicular, de envíos y pases largos, ya fuera frontales o también cruzados, donde los chispazos de Lodeiro -entre los que se deben incluir la precisa ejecución del corner que terminó en gol de Fernández, la soberbia habilitación "teledirigida" para que el "Morro" metiera el segundo tanto, y dos sutiles tacos con los cuales le dio profundidad a una salida y una llegada- marcaron una diferencia cualitativa a favor del ataque del cuadro que obtuvo el primer torneo de la temporada, Nacional lo "mató" a Danubio en el juego de alto, sobre todo desde el momento en que -quizá porque cargaba con una amarilla sobre su espalda- Ribair Rodríguez fue excluido por Lasarte.

También cabe la consideración de un detalle que no es menor ni para dejar de lado: Gerardo Pelusso fue un piloto que manejó el escuadrón de esa "Fuerza Aérea Tricolor" en forma inteligente y adecuada, cambiando las líneas de su formación para adaptarlas con eficacia a cada uno de los pasajes que tuvo el trámite, entre los cuales se pueden encontrar dos o tres tormentas o densos "cúmulos nimbus" -de esos que hacen sacudirse a los aviones igual que si fueran hojas de árboles- como fueron el gol de Sergio Rodríguez, la expulsión de Romero a los 51`, y el rato que pasó desde esa roja hasta el gol del empate de Fernández, en el cual Danubio tuvo todo a su favor y no pudo -buscó, atacó y llegó, pero no supo- liquidar a su adversario.

Esto es: hasta que los tricolores quedaron con 10 jugadores, Pelusso jugó con un 4-3-1-2, aplicado, bien estructurado, al que sólo le faltó penetración, porque García y Blanco fueron controlados por el fondo rival y Danubio se sintió "tocado" únicamente cuando el flaco Fernández progresó por la derecha de su mediocampo para clavarse como una flecha en el flanco izquierdo de la línea contraria.

Después que echaron a Romero y yendo en desventaja, el floridense se jugó la ropa haciendo entrar a Martín Rodríguez para jugar con línea de 3 en la zaga y seguir parado igual que cuando tenía 11 en el medio y adelante: con un terceto de volantes en el que Arismendi ahora se iba tanto hacia arriba por la izquierda como lo hizo siempre por la derecha el flaco Fernández, Lodeiro de enganche y dos atacantes.

Y, por supuesto, cuando Nacional se puso en ventaja, Pelusso "cerró" el resultado poniendo a Caballero para volver a la línea de cuatro en la retaguardia.

De esa forma, entonces, el comandante en jefe de la "Fuerza Aérea Tricolor" piloteó a su escuadrón que, como no podía ser de otra forma, ganó la batalla por el aire; allí donde Danubio sintió la salida de Ribair Rodríguez que, aparte de su aporte en el armado y el balance del cuadro, hizo valer su estatura en el juego de alto. Cosas del destino, si acaso: en 2004, Pelusso le confió un día a este periodista que "abajo (en juveniles) hay uno que es mejor que (el francés) Patrick Vieira".

El entonces técnico de Danubio se refería a Ribair Rodríguez. Y, no será para tanto, pero al hacer aquella comparación seguramente ni soñó que alguna vez los de la franja iban a acusar tanto su falta, fundamentalmente porque ayer a Nacional el título le vino de arriba, sin que nadie le regalara nada: lo ganó en el juego de alto.

Fuente:ovacion

No hay comentarios:

Publicar un comentario