El delantero volvió a anotar dos goles en un amistoso, esta vez ante
River Plate, y a eso le suma que fue
la figura de la Copa Carlos Gardel que se
disputó en Tacuarembó. Volvió a Nacional en silencio y a fuerza de
festejos prácticamente se ha asegurado arrancar como titular en el
Torneo Apertura.
Cauteruccio es un apellido claramente emparentado con
el gol. Nadie ha hecho más anotaciones que él en las inferiores de
Nacional y eso lo había catapultado como una de las grandes esperanzas
del club. Lo ascendieron rápidamente, pero las cosas no le salieron como
esperaba. Se fue a préstamo a Central Español y cuando retornó también
le dieron oportunidades que no fueron aprovechadas. Una vez más tuvo que
emigrar y su destino futbolístico fue Racing, donde logró tener una
destacada actuación. Nacional de nuevo requirió sus servicios y Luis
González lo pidió para el actual plantel.
Sus goles se comenzaron a sentir en la Copa Carlos
Gardel (donde fue elegido la figura del torneo) y continuaron en la
mayoría de los amistosos que se han jugado hasta ahora. Una cosa es
clara con Cauteruccio: en este momento es titular asegurado para el
inicio de la actividad oficial y su caso es el vivo reflejo de los
sacrificios que debe pasar el deportista antes de tener su gran
oportunidad. Ultimas Noticias dialogó con el goleador sobre su increíble
carrera.
-¿Cómo te viene tratando este presente deportivo?
-Contento. Hacía años que estaba buscando esta oportunidad y por suerte
todo está saliendo tal cual me lo había prometido.
-¿Pero qué cambió de la última vez que habías estado en Nacional?
-La madurez, la cabeza. Cuando volví de Central Español no estaba bien
en esos dos sentidos y pagué por ello.
-¿Te pesó en algún momento que la gente esperara mucho de vos porque en
inferiores le habías hecho goles a todo el mundo?
-Pesar, no me pesó. Sí sentía que la gente del club estaba muy
esperanzada en mí porque en inferiores me había salido todo muy bien. Sí
sentía que estaba muy cerca de concretar el sueño de toda mi vida que
era jugar en la primera del equipo del que siempre fui hincha, pero por
distintas circunstancias no me podía afirmar.
-Seguramente ahora tu pensamiento era el de pelear por un lugar en el
plantel, y de buenas a primeras aparecés entre los seguros titulares
para el campeonato local.
-Estaba mentalizado que llegaba para ganarme un puesto. Estoy convencido
de lo que soy como jugador y de lo que puedo dar en una cancha de
fútbol. Quería jugar en Nacional y ese objetivo no me lo iba a sacar
nadie. Quiero ser el "9" de Nacional y estoy en ese camino. Todo depende
de lo que yo haga en la cancha. Sólo depende de mí conseguirlo.
-¿Pero porqué te costó tanto afirmarte en primera?
-Fueron una sucesión de cosas. Lesiones, cuestiones personales, se me
hizo todo cuesta arriba. Pero hoy estoy de vuelta en la pelea. 2008 y
2009 fueron años muy complicados, sobre todo porque perdí a mi padre y
él era una persona que estaba siempre conmigo. Fueron golpes difíciles
de asimilar pero que me ayudaron a madurar de golpe. Todo eso me sirvió
para que mi cabeza sea distinta.
-Curiosamente hasta llegaste a hacerle un gol a Nacional en ese tiempo…
-Sí, es verdad. Jugando para Racing en el Parque Central en la última
temporada. Esa tarde me pasaron muchas cosas por la cabeza. Quería
demostrarle a la gente de Nacional lo que valía, pero también tenía la
presión de fallarle a los de Racing justo en ese encuentro. No voy a
negar que fue una sensación muy rara.
-¿No pensás que esta es tu última oportunidad de mostrarte en un cuadro
grande?
-Siempre hay una oportunidad más. En mi caso espero que se dé aquello
de que la tercera sea la vencida. En un momento parecía que no iba a
tener más oportunidades, pero por suerte aparecieron. Siempre tenés
tiempo para una revancha.
-Estuviste a préstamo en Central Español y Racing… ¿cambia mucho cuando
no estás en un grande?
-Eso lo notás claramente en la repercusión que tienen las cosas que
hacés en uno y otro. Un ejemplo claro es lo que pasó hoy (por ayer).
Hice dos goles en una práctica y me llaman de todos lados. En Racing o
Central hacía lo mismo y no se enteraba nadie.
El festejo del “corazón”
-Cada vez que anotás un gol hacés un gesto con tus
brazos formando un corazón… ¿a quién se los dedicás?
-A mi novia Virginia. Un día le dije que iba a comenzar a hacer eso y
empezaron a llegar los goles. Me dijo que lo tenía que mantener porque
me trajo suerte y por eso lo repito cada vez que hago un gol. También me
acuerdo de mi abuela Irma y de mamá Silvia, porque ellas tres fueron el
sostén que tuve en momentos complicados. Me ayudaron a tener confianza.
Son mi barra brava en todos los partidos que juego.
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