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lunes, 2 de agosto de 2010

“Estoy con la cabeza limpia, ya no voy a cometer errores”

¿Por qué teniendo unas condiciones estupendas no ha hecho una gran carrera? ¿Por qué siendo ambidiestro, como pocos en el mundo, no ha jugado en grandes clubes? ¿Por qué sólo lució 7 veces la Celeste cuando todos creíamos que sería el gran jugador del futuro?

¡Tantas interrogantes se generan en torno a Horacio Peralta! Es que el "Chino" asomó al mundo del fútbol en aquella Sub 17 que jugó el Sudamericano aquí en Montevideo, y unánimemente todos afirmamos que había en ese equipo dos jugadores que serían los mejores en el futuro: Ruben Olivera y Horacio Peralta. Era indiscutible. Sin embargo, ninguno de los dos llegó a ser lo que prometieron ser, aunque Horacio sale en defensa de su amigo y dice que "el Pollo hizo una buena carrera, se fue a la 'Juve' y se quedó muchos años aunque no jugara muchos partidos; se nota más la carrera que hizo él por eso, por haberse quedado, como un profesional, y hacer la diferencia económica y además foguearse bien".

Este es el punto clave en la carrera de Peralta, según el propio jugador, ya que al ponerle sobre la mesa el tema de los tan famosos errores que cometió en el pasado, el "Chino" más que referirse a sus supuestas inconductas a nivel profesional, como ser sus llegadas tarde a los entrenamientos en la época del Nacional de Carreño, por citar un ejemplo, señala como su mayor error el no haberse quedado en Europa, como hizo el "Pollo" Olivera: "Eso es lo que me voy a reprochar siempre; haberme venido de Europa, para foguearme. Me decían que tenía que adaptarme al fútbol europeo, pero me vine. Aunque no me tocara jugar tenía que quedarme. Opté por irme porque creía que era el momento para jugar y tener continuidad. En Europa tenía todo pero me faltaba jugar, tener continuidad, y sufría por no jugar. Por eso decidí volverme".

“Muchas veces le habré errado”
-¿Y de los otros errores?

-Muchas veces la habré errado, claro. En mi etapa anterior en Nacional tomé decisiones que, tal vez por ser joven, no eran las más correctas. Pero había muchas cosas en la interna que la gente no las conoce. Yo era uno más del plantel, pero a veces agarraba una bandera que no la tenía que agarrar, y chocaba con los dirigentes, y podía ser problemático, pero al ver que compañeros con familia pasaban cuatro meses sin cobrar… Recuerdo que entre los que podíamos, como yo que no tenía familia que mantener, hacíamos colectas para que los compañeros pagaran la luz y otros gastos. En esa época yo chocaba mucho por esas cosas, y ahora no es que esté aplacado porque sigo pensando igual, pero lo manejamos de otra manera".

-Debido a tu anterior pasaje por el club es que los dirigentes, o algunos de ellos, pusieron ciertos reparos para que se concretara este regreso tuyo. ¿Qué les dirías a esos dirigentes que desconfían sobre lo que puede aportarle este Peralta de hoy a Nacional?

-Hay cosas que se pueden resolver de otra manera y en aquel tiempo yo las resolvía del peor modo o de una manera poco correcta. Esta fue una de las cosas que más charlamos con los dirigentes para que vean que uno ya está con la cabeza limpia y que no voy a cometer los errores que cometía antes.

González se la jugó
Peralta es consciente que el técnico Luis González se jugó la ropa por él. González, que fue quien dirigió y potenció a Peralta en las divisiones juveniles de Danubio, desea que el Peralta 2010 "sea aquel chico que conocí cuando llegó a Danubio. Creo que de eso no se olvidó. Indudablemente está en nosotros, el cuerpo técnico, brindarle las posibilidades para que lo pueda ser".

-¿Qué sentís con respecto a Luis González que se la jugó por vos?

-Siento una responsabilidad hacia él por el apoyo que me dio, por esta oportunidad, por pedirme a una directiva que no estaba totalmente a favor y él se la jugó por mí. Tuvimos una charla y me dijo que todo el mundo comete errores, que él también los había cometido. Por eso siento esa responsabilidad de responderle a Luis y a la gente que ha confiado en mí.

-Luis González dijo, textual, que "este es un Peralta diferente, porque tiene 28 años, pero indudablemente aún posee esa llama interna que se le puede despertar y darle mucho al hincha, que es el que lo va a disfrutar. Aparte, tiene una experiencia y un recorrido que le pueden aportar cosas importantes a los más jóvenes. En algunas cosas lo encontré más maduro y en otras vi al chiquilín que conocí, pero me parece bien que mantenga esa irresponsabilidad para jugar que tuvo siempre. Pero es como todo, porque a mí también me pasa que me siento muy maduro para algunas cosas y para otras no tanto". ¿Por un tema de edad, este Peralta es diferente a aquel que jugó hace seis años en Nacional? ¿Y sentís que hay una presión mayor que en aquella época?

-El tema es que cuando llegué la primera vez tenía 20 años. Era muy joven. Ahora tengo 28 y las cosas ya se ven de otra manera. La presión de volver existe porque uno antes hizo las cosas bien en la cancha. Pasa por ese lado. Además, el último año se les escapó el título y esa es otra presión, que es la de conseguir el campeonato. Esta es una muy buena oportunidad que se me presenta, pero no creo que sea mi última chance grande en mi carrera profesional. Acá hay jugadores jóvenes pero se tendrán que hacer otros referentes en el grupo. Es un cambio por los jugadores que han estado, pero hoy por hoy hay que cambiar.

A favor y en contra
-¿Sentís que vas a tener gente en contra?

-Así como hay mucha gente que apuesta a que uno puede volver y levantar el nivel, también hay mucha gente que apuesta a que no.

-Cerremos con algo de fútbol. ¿Dónde podés darle una mano a Luis González, como enganche, abierto por la punta y más cerca del área, dónde te sentís mejor?

-Cuando empecé jugaba de media punta, pero cuando tuve a Luis González en las juveniles de Danubio yo iba de punta junto con otro punta alto. A mí me gusta más arrancar de atrás, aunque en México llegué a jugar como único punta y me fue bastante bien.

Rompió con el Grupo Casal
Días atrás la noticia era que Carlos Bueno había decidido romper su vínculo con el Grupo Casal, y ahora también Horacio Peralta ha decidido cortar esa relación: "Hace un tiempo dejé con la gente del grupo (Casal) con la que estuve muchos años. Creo que después que uno cumple un ciclo, y cuando las cosas no se estaban dando como uno quería, hablé con ellos y decidimos terminar un vínculo que duró mucho, que fue bueno, pero ya era momento de ponerle un punto".

“Lo mejor fue en el Flamengo”
Peralta ha vestido 13 camisetas. Empezó en Danubio (desde juveniles hasta debutar en Primera en el año 2000), luego pasó a Cerro (2001), y de ahí a Nacional (2002-2004), hasta que estando Ostolaza de técnico se va al Cagliari de Italia (2004), luego Albacete de España (2005), Grasshoppers de Suiza (2005), volvió a este continente y jugó en Flamenco de Brasil (2006), recaló en Bella Vista (2007), se fue al Puebla de México (2008), vino a Quilmes de Argentina (2008), cruzó el Río de la Plata y jugó en Cerro (2009), se fue de vuelta al fútbol azteca para defender al Atlante (2009) y lo último fue en Central Español (2010).

"De mis mejores etapas en el exterior fue en Flamengo y en Puebla, que terminé haciendo varios goles e hice muy buenos partidos", dice Peralta. "Lo de Flamengo me asombró porque era local en todos lados. De repente ibas a Manaos, que son seis horas de avión, llegabas al estadio y era todo rojo y negro. Flamengo tiene 35 millones de hinchas. Es espectacular cuando ganás, y a mí me tocó vivirlo cuando ganamos un campeonato que hacía 13 años no ganaba el club, entonces éramos Dios en Río de Janeiro. Pero también en Maracaná no podés ni empatar. Si ganás, después salís toda la semana y no te dejan pagar nada, en un shopping, o si vas a comer, te regalan todo. Pero si a la otra semana empatás en el Maracaná, toda esa gente que te regaló, no te habla, o directamente no te atienden. ¡Y si perdés te esperan afuera! Si hacés un gol, después tenés gente durante una semana en la puerta de tu casa para pedirte autógrafos. Pero si empatás en Maracaná, tenés gente una semana esperándote porque te quieren matar".

El ambidiestro que hizo historia en un clásico
Una de las tardes que más se recuerdan de Horacio Peralta es aquella en la que ejecutó dos penales, en un clásico, uno con pierna derecha y el otro con pierna izquierda. El "Chino" recuerda detalles de aquellos momentos: "Eso lo decidí en el momento y tenía la confianza para hacerlo. Era un clásico, y en el primer penal yo la había picado y él se había jugado a un palo, y en el segundo penal yo sabía que se iba a quedar parado, entonces decidí patear con la otra pierna porque así él no sabía para dónde le iba a pegar. Cuando Gustavo Méndez me vio que me perfilaba para pegarle con la otra pierna me dijo 'aseguralo, ¿qué vas a hacer?', me lo dijo en un tono como diciéndome que le pegara con la derecha, me vio parado para pegarle de zurda y me quiso decir que le pegara de derecha. Gustavo me dijo 'hacé el gol que si nos acercamos podemos darlo vuelta' y yo le dije 'vos quedate tranquilo que voy a hacer el gol' y miré al arquero, que era Elduayen, y cuando me vio parado a la izquierda él no entendía nada. Yo pensaba que él pensaría que se la iba a picar con la izquierda, y no tenía nada que perder si se quedaba parado y la pelota iba a un palo. Por eso opté por hacer eso".

Dos de tiro libre
Pero no conforme con haber quedado en la historia por ejecutar y convertir dos penales con diferentes piernas, aún tiene pendiente otro desafío personal de similares características, pero más difícil: "Me queda pendiente hacer dos goles de tiro libre en un mismo partido, con diferentes piernas. Estuve muy cerca en un partido contra Danubio por la Copa Sudamericana 2002. Hice uno de tiro libre con la izquierda, y hubo otra jugada que le pegué de derecha y pasó muy cerca pero no pudo ser. Es algo personal que me gustaría hacer".

“Soy derecho, muchos no lo saben”
¿Cómo aprendió Peralta a ser ambidiestro? "Fue por entrenar mucho en Danubio. En el Baby no lo hacía, pero en juveniles trataba de pegarle con las dos piernas.

Yo soy derecho y mucha gente no lo sabe, y no lo creen. He hecho test y me ha dado que entre la zurda y la derecha hay muy pocas diferencias de reacción y de dominio de pelota, son casi iguales. La única diferencia es que la derecha tiene un poquito más de fuerza".

Golazo clásico
Otra tarde triunfal fue en un clásico de 2002, cuando convirtió un golazo, dejando desparramado al arquero Elduayen y un par de zagueros: "Fue un contragolpe que yo salí desde el medio de la cancha y le metí la pelota a Méndez que quedó solo contra Elduayen, atajó el arquero y me devolvió la pelota.

Tengo un video de ese gol y siempre comentamos con Gustavo que él me dio la pelota porque después del pique había quedado muerto, con las manos en la cintura, y me dio la pelota como sacándosela de arriba, y yo pude hacer el gol".



Fuente:últimas noticias

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