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miércoles, 11 de febrero de 2009

El hijo del almacenero


"Estoy en un club que es muy rico en historia y, bueno, ojalá que esta Copa nos sirva para…es decir, le sirva a Nacional para andar bien internacionalmente, porque lo que uno conoce es que es un grande de América y siempre pelea por cosas importantes".

chaco. Marcos Mondaini nació el 14 de febrero de 1985 en Roque Sáenz Peña, una ciudad que "ahora debe andar por los 100.000 habitantes", ubicada a 161 kilómetros de Resistencia, que es la capital de la provincia del Chaco, y lo "bajaron" a Buenos Aires cuando tenía tan solo 13 años, pero no agarró un marcado acento porteño ni tampoco conserva una pronunciada cadencia de esa tan particular forma de hablar de los provincianos: "Mi primer cuadro fue un equipo del barrio, que se llamaba Monseñor Ricardo; después pasé al Deportivo, que también era del pueblo, y cuando fuimos a jugar un Mundialito a la ciudad de Río Negro, tuve la suerte de ser el goleador y me vio un allegado de Jorge Griffa, que manejaba las inferiores de Boca, y me trajo".

roce. Respetuoso, ubicado, entonces, Mondaini parece trasladar esa hibridez que manifiesta en el lenguaje a lo que -a punto de debutar mañana por la Copa Santander Libertadores- representa su situación en Nacional en los días actuales, porque arranca hablando de los tricolores en primera persona del singular y, enseguida, en un espontáneo giro con el que evita caer en la demagogia "camelera" propia de muchos recién llegados, se expresa como si aún no se sintiera parte del cuadro. Dejando claro que "siempre fui punta"; recordando sin nostalgia que "de la Libertadores tengo los mejores recuerdos, porque tuve la suerte de jugar varios partidos y ser campeón con Boca", aunque precisando casi de inmediato "que todo aquello fue muy lindo, pero hoy vivo otro momento y ojalá que pueda hacer una buena Copa con Nacional"; y, sobre todo, describiendo, sin irse por las ramas ni escudarse en la excusa de que aún no ha jugado en la actividad local y sólo lo ha hecho con sus nuevos compañeros en las prácticas, cómo ve desde adentro al fútbol uruguayo: "Por lo que noto, es un fútbol muy de roce, de mucho choque; el argentino por ahí es un poquito más dinámico, la pelota no se para tanto, pero tampoco me parece que las diferencias son tan grandes. Este es un fútbol muy fuerte y muy competitivo, y por eso también vine: cuando uno está en un club como Boca, le cuesta tomar decisiones como que tomé ahora, porque está muy cómodo, pero yo me decidí porque el que me plantea jugar en Nacional, para mí, es un desafío muy importante".


El hijo de un almacenero de Roque Sáenz Peña, al que tiene muy presente -como a su madre- diciendo que "nunca me hicieron faltar ni la comida ni el estudio, en ese sentido soy un privilegiado", está por debutar en Nacional y en ese aspecto parece tenerla tan clara, entonces, como su lenguaje: "Yo soy muy amigo del `Nico` (Bertolo) y él siempre me hablaba de Nacional, así que cuando surgió esta posibilidad, conversé con él, también con el `Tata` González, que conoce mucho del fútbol uruguayo y aparte es fanático del club, pero la última decisión la tomé después que hablé por teléfono con Pelusso; eso para mí fue muy importante. Ahora, si me toca jugar, me he entendido bien tanto con Medina como con Cauteruccio, que son con los que me tocó jugar en las prácticas. Después, bueno, ojalá que el margen de error nuestro sea muy poco, porque en la Copa no hay rival fácil, para que nos hagamos fuertes y podamos ir agarrando confianza".

Fuente:ovacion

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