Por la primera fecha del Grupo H, Suiza derrotó 1-0 a España en el Moses Mabhida de Durban y dio la nota.
En la previa, los ibéricos partían como los amplios favoritos para hacerse con este juego, de hecho dominaron pelota y terreno durante los 90´ y gozaron de buenas ocasiones para anotar, sobre todo en la segunda mitad.
Sin embargo, una Suiza ordenada y que llevó a cabo un plan defensivo sin fisuras, logró marcar en una de sus pocas acciones en ofensiva y se quedó, para sorpresa del mundo entero, con el encuentro.
Los españoles, como era previsible, comenzaron dominando pelota y terreno ante una selección suiza que se replegaba en su propio campo intentando anular los avances ibéricos y esperanzada en lanzar una contra letal.
Sin embargo, el control del balón no les aseguró a los campeones europeos la profundidad ofensiva esperada. La pelota iba de lado a lado, tratando de encontrarle un hueco a la rígida defensiva helvética, pero sin fortuna.
A los 17´, Sergio Ramos, proyectado por la derecha, ingresó al área por su sector, se quitó un hombre de encima y, de zurda, remató desviado.
Viendo que las jugadas de peligro no llegaban, Andrés Iniesta (21´) decidió probar suerte con un remate de media distancia, que no le acarreó peligro alguno al positivo arquero suizo Diego Benaglio.
El propio "1" logró, a los 24´, desbaratar la mejor jugada de gol de los españoles al detener un remate de Gerard Piqué, quien llegó como un centrodelantero al área-cosa que le fascina- para recepcionar un preciso pase de Iniesta, hasta ahí, el más castigado por los suizos y el mejor futbolista del campo.
Aunque parezca mentira, poca cosa más pasó hasta el final de la primera mitad (apenas un par de intentonas sin éxito de David Villa). La férrea defensa suiza y la propia incapacidad española para generar peligro llevaron a que el 0-0 coronara los primeros 45´.
Si estuviéramos hablando de boxeo, diríamos que España ganó cómodamente por puntos, pero que lejos estuvo del nocaut.
El complemento inició con "la furia" decidida a anotar el gol de la apertura. Sin embargo, Suiza logró avanzar en el terreno y enmudeció a Durban a los 52´… Eren Derdiyok llegó al área con la pelota un poco adelantada, Iker Casillas salió a cortarle el paso y lo barrió, pero Piqué-que venía siguiendo la jugada desde atrás- se llevó el esférico por delante y se la dejó servida a Gelson Fernandes (nacido en Cabo Verde), quien solo la tuvo que empujar para anotar el sorpresivo gol de los helvéticos.
La conquista hizo que el partido cobrara una emoción inusitada, con una España lanzada furiosa en ataque y con una Suiza muy peligrosa de contra.
A los 63´, Iniesta volvió a probar de media distancia, pero el intento pasó cerca del palo izquierdo suizo; a los 70´ Xabi Alonso sacó un furibundo derechazo desde afuera del área que se estrelló en el horizontal; a los 72´ Jesús Navas ingresó al área, le ganó las espaldas a su marcador, pero su disparo fue detenido por Benaglio y, nuevamente Navas, esta vez a los 78´, probó fortuna con un derechazo que salió muy cerca del poste derecho.
Si bien los ataques rojos se multiplicaban, las contras helvéticas metían miedo: la más clara fue de Derdiyok-una de las grandes figuras del campo- (74´) quien, dentro del área, se quitó magistralmente dos hombres de encima y remató rastrero ante un Casillas vencido, pero su disparo rebotó en el palo.
La tónica no varió hasta el final del partido, que se fue con una impotente España y con una crecida Suiza, que defendió con mucha categoría a lo largo de los 90´.
En definitiva, Suiza fue la encargada de propiciar la primera gran sorpresa en lo que va del Mundial: bajó nada menos que a una de las principales favoritas para hacerse con el certamen.
¿Y ahora, España?
Fuente:ovación
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