Adiós cronómetro

Los tricolores volvieron ayer por la mañana al trabajo tras el triunfo conseguido ante Central Español. Y se encontraron con una sorpresa. Era día de evaluaciones físicas, algo que se lleva a cabo cada tres o cuatro meses. Pero los esperaba un "chiche" nuevo.

Por primera vez se dejó de lado el silbato y el cronómetro para darle paso a un moderno sistema fotocelular móvil. El aparato permite, por medio de rayos láser tomar el momento exacto en que el futbolista comienza a correr y el final de su esfuerzo. Ya no hay lugar para el error humano.

El profesor Javier Cordero, evaluador general del club y coordinador de los preparadores físicos de juveniles, instaló el aparato en la cancha principal de Los Céspedes y se ubicó a un costado dispuesto a trabajar con los datos que le iban llegando a su computadora.

"En esta ocasión medimos la velocidad y la resistencia en velocidad, pero se pueden realizar muchas otras evaluaciones", explicó Cordero. "Medimos la velocidad estática (cuando el jugador arranca) y la lanzada (cuando el futbolista ya viene en fase de aceleración)", continuó el evaluador quien se especializó realizando cursos en Argentina.

Más temprano ya se había evaluado la saltabilidad en el gimnasio. Esto consiste en medir la altura y la potencia del salto.

En las evaluaciones de velocidad, Sebastián Coates, Sebastián Balsas y Raúl Ferro fueron los mejores y en los saltos se destacó Matías Cabrera. "Matute" Morales no participó de las evaluaciones por una molestia en su espalda.

Los tests se realizan a 150 futbolistas de todas las categorías, incluso desde la captación, lo que permite trabajar a los jovencitos en los aspectos que más necesiten.

Nacional es el único equipo que cuenta con los modernos aparatos. La selección tiene uno similar, que fue traído de Italia en 1990. Pero es estático, mientras que el de los tricolores es móvil.

La cifra

150 futbolistas son evaluados cada tres o cuatro meses, incluso desde la captación. Ayer los mejores fueron Coates, Balsas, Ferro y Cabrera.

El Tróccoli por Acevedo

"Algunos creen que no nos gusta ir al Tróccoli y es todo lo contrario. Lo mismo pasó cuando fuimos a jugar con Atenas, creían que nos iba a hacer mal y fue todo lo contrario. Llega un momento en que el jugador se cansa de estar en Los Céspedes y cambiar de aire le viene muy bien. Fuimos al hotel San Marcos y fue muy bueno. Cambiar revitaliza y motiva. ¿Que no conocemos el campo? Es verdad, pero ¿acaso conocíamos el de Morelia? Además, yo al Tróccoli lo conozco de memoria, sé hasta donde está el viento. Aunque yo no entro a la cancha. Obvio que nos gustaría jugar más en el Parque con nuestra gente cerca, pero no tenemos problema con el Tróccoli", dijo el técnico tricolor.

Fuente:ovación