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jueves, 3 de septiembre de 2009

Rechazó millones por defender a Uruguay


Millones de euros por acá, sueldos en miles de dólares por allá. Plata fácil, comodidad asegurada, familia contenta. Esto es lo que sueñan todos los futbolistas en Uruguay. Pero hay uno que acaba de romper la regla. Donde el dinero puede más que el sentimiento, alguien pudo obtener su victoria personal y defendió el pabellón celeste como el patriota más profundo. De Mauricio Pereyra se trata esta historia.

Con menos de diez partidos en la Primera de Nacional el volante tricolor tuvo la gran oportunidad de su vida hace una semana atrás. El Rubin Kazan de Rusia quería sus servicios y estaba dispuesto a pagar cifras impensadas para nuestro medio. Pereyra tendría un sueldo de 50.000 dólares al mes y además por el pase recibía alrededor de 300.000 dólares en la mano. Por si fuera poco, casa y auto a estrenar. Se iba a vivir a Rusia y el cuadro disputaría la famosa Champions League. ¿Le falta algo más? Bueno, el negocio era redondo para todo el mundo, porque Nacional se quedaba con 2.300.000 dólares y además retenía el 20% de una futura transferencia. El Grupo Pro Fútbol (Montero, Méndez) también tenía su tajada, muy similar a la que percibirían los tricolores por el negociado.

Pero los rusos pusieron una condición inexpugnable para lograr el acuerdo. Mauricio tenía que renunciar a la selección uruguaya y por consiguiente perderse el Mundial Sub 20 de Egipto que se juega dentro de pocas semanas. No hace falta pensar mucho para llegar a la conclusión que la mayoría, en los tiempos que corren, no lo hubiera dudado un segundo. Pereyra tampoco lo hizo, pero fue contra la corriente. Mientras el común denominador hubiera pedido la lapicera para estampar la firma hasta en un papel en blanco, este botija montevideano se les plantó de frente a los rusos y no hubo forma de hacerle rever su decisión de defender a Uruguay a como diera lugar.

El volante tricolor es de una raza que parecía extinta por estos tiempos. Es de la casta de los Nasazzi, de los Obdulio. Esos que se ponían la camiseta celeste y no importaba más nada. ¿Qué hizo Pereyra? De ninguna manera aceptó lo que le proponían los rusos y se volvió al Uruguay con las manos vacías pero el pecho bien erguido. Entendió bien. Mauricio, un gurí que apenas tiene 19 años sobre sus espaldas, protegió a la celeste como nadie lo ha hecho en los últimos tiempos. Nada le hará perder su orgullo de defender a nuestro país y se volvió a entrenar con la Sub 20, con su gente, con su pueblo. En un país donde se hacen héroes con pies de barro, los cimientos de Pereyra están elaborados con un duro cemento, imposibles siquiera de poder rasguñar.

Esta particular historia merecía tener la palabra del protagonista y Ultimas Noticias fue tras ella. ¿Dónde ubicarlo? Fácil, donde él quería estar, con la selección uruguaya juvenil… de la que no quiso divorciarse por más plata que le pusieron adelante.

-Para poner las cosas en claro… ¿los rusos no querían que vos jugaras el Mundial?


-Claro… como ya estaba en Europa querían que firmara en ese momento y me quedara con ellos renunciando a la selección. Eso no era lo que habíamos acordado previamente en las charlas iniciales. Yo había dado mi palabra que quería jugar el Mundial con Uruguay. Esa fue mi decisión final.

-¿Cómo fuiste digiriendo esta decisión con el correr de los días?

-Nada, tranquilo, sin problemas. Además quedó todo hablado para que a fin de año, si ellos no cambian las condiciones, viaje nuevamente. Pero renunciando a la selección yo no voy a ningún lado.

-Sos consciente que dejaste pasar una posibilidad que tal vez no todos en tu lugar lo hubiera hecho…

-Sí, sí, pero esto era algo que yo ya había hablado con mis representantes en el viaje. Ellos me preguntaron qué pasaba si los rusos me planteaban de quedarme ya jugando en el nuevo equipo y yo les respondí que de ninguna manera iba a aceptar eso porque mi mayor deseo es jugar el Mundial con la selección uruguaya. La única condición que ponía era esa. Después, que ellos arreglaran lo que quisieran pero dejar de ir al Mundial no era aceptable para mí. Si querían me iba derecho de Egipto para Rusia, pero yo a la selección uruguaya la iba a defender como fuera.

-En estos tiempos en los que el fútbol se rige por los millones de euros que andan en danza uno hasta queda sorprendido con tu decisión… No es normal que pasen estas cosas.

-Bueno… es un tema de ambición. Además el grupo que integro en la selección se merecía una decisión de este tipo. No los podía dejar tirados en ese momento. De ninguna manera.

-Está claro que tus conceptos de amor por el país son sinceros y reales pero… ¿en ninguno de estos días pasó por tu cabeza que acabás de perder una oportunidad que tal vez sea única en tu vida…?


-Yo que sé… tal vez sí… Nunca sabés. El Mundial también me puede cotizar de otro modo, pero eso ahora es un asunto secundario. Lo importante es que yo estoy tranquilo y después lo que venga será bienvenido.

-¿Cómo fue tratado en tu familia este tema?

-Normal. Hablaba con mi padre en todo momento y él me decía que hiciera lo que sintiera. Sabía que cualquiera fuera la decisión que tomara iba a tener el apoyo de mi familia y eso es muy importante.

-¿Y tus compañeros de selección qué te dicen?, porque en definitiva te la jugaste por ellos también.

-Lo primero que hice fue explicarles bien qué era lo que había sucedido porque se dijeron muchas versiones de lo que sucedió. Ellos saben cómo es mi forma de ser y tal vez no les haya sorprendido mi decisión.

-¿Estás arrepentido?

-Para nada… estoy muy tranquilo con lo que hice.

-¿Qué es la selección para vos?

-Lo más grande que hay en la vida a nivel deportivo. Me provoca un orgullo gigante. No se encuentran palabras para poder describir la magnitud de lo que significa. Desde chiquito que sueño con vestir la camiseta de la selección y no quiero perder ninguna oportunidad de defenderla. Ya lo hice en Sub 15 y en Sub 17. Es lo más lindo que te puede pasar.

-¿De dónde viene esta pasión, quién te inculcó estos sentimientos?

-No sabría decirte… Lo llevaré en la sangre, supongo. Me fascina el fútbol y defender a la selección de tu país es lo más grande que te puede pasar.

-¿Hay algo más importante en tu vida que la selección uruguaya?

-La familia… capaz.

-¿Qué sentís cuando te ponés la camiseta de Uruguay en el pecho?

-De todo, es inexplicable. No hay palabras para describir la sensación linda que te provoca. La primera vez fue contra Brasil en un Sudamericano Sub 15. Tal vez aquella vez no le di la valoración de ahora, pero el recuerdo es imborrable. Allí se empezó a generar algo dentro de mí con la selección uruguaya que se fue acrecentando con el tiempo.

Desde 2003 que juega en Nacional

Mauricio Ernesto Pereyra Antonini nació el 15 de marzo de 1990 en Montevideo. Como su padre es oriundo de la Costa de Oro, el Baby Fútbol lo realizó en todas sus etapas en el Club Lagomar de Canelones desde los 5 a los 13 años. Fue Jorge Saavedra el técnico que se lo llevó para Nacional en el año 2003. En los tricolores jugó en todas las categorías y sigue siendo compañero de Coates, el "Morro", Lodeiro, Calzada, Apólito y Nicola Pérez. En la selección uruguaya también participó en todas las juveniles y gracias al muy buen Sudamericano Sub 20 que realizó este año Gerardo Pelusso lo ascendió al primer equipo de Nacional donde debutó oficialmente en el Clausura pasado, aunque todavía no pudo afirmarse en la titularidad (lo fue en la Liguilla donde el tricolor jugó con un equipo reserva).

Fuente:ovación

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