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jueves, 7 de mayo de 2009

Y?Queremos jugar!

Y Nacional sigue esperando. La Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF) había prometido que ayer sí o sí tomaría la decisión de dónde oficiaría San Luis de Potosí como local por los octavos de final de la Copa Santander Libertadores, pero no cumplió. Se tomará hasta hoy para fijar el escenario del encuentro. ¿Posibilidades? De toda clase, incluso jugar los dos partidos en Montevideo.

Para ayer a la noche se planificó una reunión virtual entre todas las partes. Vía telefónica, los principales dirigentes de la CSF (entre ellos Eugenio Figueredo) hicieron de nexo desde Iquique (Chile) -donde se está disputando el Sudamericano Sub 17- con sus pares de los equipos mexicanos San Luis y Chivas de Guadalajara, de Nacional y del brasileño Sao Paulo y con la empresa Traffic, dueña de los derechos televisivos del certamen. Sin embargo no encontraron la solución al tema.

La principal traba pasa por los conjuntos aztecas, cuya postura es oficiar de locales en su país, dado que han cambiado las condiciones que el propio Gobierno mexicano había adoptado para prevenir la propagación de casos de influenza porcina. Sin embargo, la CSF se mantuvo firme en no permitir la disputa de partidos en México.

La resolución que se adoptó, por lo tanto, fue postergar la decisión hasta horas cercanas al mediodía de hoy con la intención de ver qué ocurre en el país azteca.

bajó el alerta. La dirigencia del fútbol mexicano tenía prevista una reunión ayer con las autoridades sanitarias de su país con el propósito de solicitar que los partidos de la última fecha del torneo Clausura, a disputarse este fin de semana, se jueguen con público en las tribunas. La propuesta no era habilitar la totalidad de la capacidad de los escenarios, sino el 50% del aforo a fin de que la gente no esté aglomerada. No obstante, dicho encuentro no se realizó porque surgieron noticias alentadoras.

El Comité de Vigilancia Epidemiológica de Ciudad de México, capital del país, decidió bajar el nivel de alerta de naranja a amarillo, lo que habilita la apertura de locales públicos tales como bares, cines, teatros y escenarios deportivos. Sin embargo, ello no ocurrirá en todo el país, aunque sí se reanudarán las clases en escuelas, colegios y universidades.

Si bien en el Distrito Federal se intenta volver desde hoy a la normalidad, pese a que ayer aumentaron a 44 los casos mortales de influenza porcina, el resto del país hasta ayer no había seguido el mismo camino. Lo importante es que ninguno de los dos equipos aztecas que disputarán los octavos de final de la Libertadores juega en el DF.

Potosí está distante unos 360 kilómetros de la capital del país, en tanto Guadalajara está a unos 500 kilómetros. En estas ciudades, al menos hasta anoche, se mantenían las restricciones. Por lo tanto, las autoridades de la CSF quieren esperar hasta hoy al mediodía para confirmar que Ciudad de México proclame las medidas anunciadas y también si las mismas se prolongarán a los demás estados, sobre todo a San Luis de Potosí y Jalisco.

Cartas a la vista. Lo que sí parece claro es que los mexicanos ya tienen todas las cartas a la vista y con ellas han aceptado las reglas del juego. Como contrapartida a esperar algunas horas más para adoptar la medida y contemplar la intención de que los mexicanos sean locales en su tierra, la CSF propuso que en caso de no poder cumplir con ello deberán viajar al Sur de América para disputar sus partidos, ya que desde el órgano rector del fútbol continental se descarta que tanto Nacional cuanto Sao Paulo vayan a Estados Unidos o países cercanos.

Sigue en pie la propuesta de jugar en San Pablo y Montevideo e incluso tomó fuerza en las últimas horas la de que ambos encuentros se jueguen en la tierra de los rivales. Es decir, Chivas jugaría en Brasil sus dos partidos (cabría la posibilidad de que uno fuera en Curitiba) y San Luis ambos en Montevideo.

A su vez, ayer a la tarde se conoció que el club ecuatoriano Aucas, de la segunda división, puso a disposición de ambos conjuntos mexicanos su estadio (con capacidad para 20.000 espectadores) para que actúen allí como locales. No obstante, la posibilidad parece remota en virtud de que el Gobierno ecuatoriano mantiene restricciones de vuelos provenientes de México para evitar la llegada del virus al país. Incluso la semana pasada se había propuesto a Quito como posible sede de los encuentros, pero las autoridades ecuatorianas anunciaron que no permitirían la llegada de delegaciones mexicanas.

Nacional ve cómo pasan los días y no sabe dónde jugará, aunque quizá salga beneficiado y tenga que disputar ambos partidos de local.

Por la CSF, Pelusso aún no pudo planificar el juego contra Danubio

La dilatación en la decisión del escenario del partido frente a San Luis también tuvo efectos en el torneo Clausura para Nacional. Gerardo Pelusso ordenó para la mañana de ayer un entrenamiento de fútbol a puertas cerradas en el Parque Central, pero no pudo decidir cuál será la oncena titular para enfrentar el sábado a Danubio. ¿Por qué? Pues porque la conformación del equipo dependía en gran medida de la sede elegía.

No era lo mismo jugar en Potosí que en San Pablo o Curitiba. Por un lado el tiempo de traslado es diferente y por otro, Potosí se encuentra ubicada 1.860 metros sobre el nivel del mar. Esto significa que, teniendo en cuenta que la prioridad es la Copa Santander Libertadores, hay que cuidar el estado físico de los futbolistas que saldrán a jugar el encuentro de ida.

Por lo tanto, Pelusso sólo pudo probar distintas variantes, aunque no trabajar con un equipo definitivo, lo que seguramente hará a partir de hoy en Los Céspedes.

Dentro de ese panorama, aparecieron algunos datos importantes. El principal tal vez sea que Santiago García va a estar ante la franja el sábado a partir de las 16 horas en el Parque Central. El "Morro" integró las tres fórmulas que paró en ofensiva el entrenador. Primero con Marcos Mondaini, luego con Gustavo Biscayzacú y finalmente con Alexander Medina.

El otro apunte interesante es que, dado el buen rendimiento de Sebastián Coates, cabe la posibilidad de que pare una línea de tres en el fondo, con el juvenil y Adrián Romero de stoppers (el "Hueso" ha dejado claro que quiere jugar de zaguero) y Mauricio Victorino como libre. Sin embargo, el problema que se le presenta al técnico en este caso son los carrileros. Por la derecha tiene variantes (Mathías Rodríguez, Pablo Caballero y Jorge Cazulo), pero por la izquierda no tantas, porque al estar descartado por lesión Federico Domínguez, la única posibilidad es para Diego Rodríguez.

Sin embargo, esta posibilidad quizá sea más factible para la Copa que para el Clausura, porque dentro del plan de rotación difícilmente jueguen ante Danubio los tres zagueros del plantel.

Fuente:ovacion

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