Cuando el pressing y el contrapressing dominan la escena, cuando en el césped quedan apenas algunas baldosas libres entre las líneas para generar juego y cuando el ida y vuelta solo procede con pelotazos, al fútbol le quedan solo dos chances de sobrevivir en el medio del desorden y la imprecisión. Una, que el gol se produzca por el fallo defensivo inesperado. Dos, que nazca el talento indomable de jugadores como Ángel Morales. Puesto a punto, con más minutos en la cancha, "Matute" dio clases ayer en el Centenario. Mostró cómo se debe jugar ante un equipo que compacta sus líneas, cierra filas y no permite hueco alguno rumbo al arco. Sabe ubicarse un segundo antes que todos para encontrar el espacio donde no lo hay. Domina y pasa siempre con precisión. Y si "Matute" puso su ángel para contribuir a la victoria de Nacional, Regueiro ratificó las palabras del entrenador, quien lo alabó por su estado físico deportivo.
El delantero fue clave para el segundo tanto de Cabrera y selló la tarde con el tercero. Aprovechó el yerro defensivo violeta y peleó sobre el fondo para ceder a Vera, quien apoyó al corazón del área para que Cabrera marcara. Después, enfiló hacia William Martínez, enganchó a contrapié y remató lejos de Silva.
En un minuto, Nacional había dado vuelta un partido con dos luces. El primer período encontró a los equipos jugando en una franja limitada de terreno, nublados y sin argumentos futbolísticos. De Souza contribuyó al ritmo anodino y apático de su equipo. Y se sabe, el arachán es clave para que la pelota le llegue a Guerrero. Mientras tanto, Nacional equivocó el procedimiento con Regueiro ubicado por el perfil opuesto. Un tiro libre del palmirense en el larguero fue lo único de la primera mitad. Tras el descanso, "Matute" fue el único que entendió cómo era la cosa. Se pegó a la raya de la América y empezó a decidir el juego. A los 12 minutos recibió un rebote después de un remate de Aranda y abrió el partido con una definición aprendida en los picados de Avellaneda. La sutileza para la definición encendió al equipo, que un minuto después encontró el segundo y trece más tarde el tercero. El argentino entregó rivales, recuperó balones, obligó a las faltas y puso decena de asistencias a sus compañeros. Se retiró ovacionado por una parcialidad, que se acostumbró a sobrar a su par violeta después de siete partidos sin victorias defensoritas. Todo por culpa de un jugador con "ángel" y con clase.
Christian Núñez lesionado
Eduardo Acevedo debió excluirlo para darle ingreso a Gustavo Varela. El lateral Christian Núñez se fue lesionado. En el primer tiempo había recibido un golpe en la tibia en un choque con Ariosa y con el correr de los minutos el dolor no cesó. Anoche, fue estudiado en la Asociación Española por parte del Dr. Carlos Suero para descartar una lesión más grave. El futbolista ex Cerro se retiró por sus propios medios. El resto del plantel regresa mañana a los entrenamientos en horas de la mañana en Los Céspedes rumbo al choque con Liverpool.
Siete al hilo sin perder
La tribuna Colombes recordó permanentemente a sus pares violetas los partidos de la definición de la temporada pasada. "¡Muerto, muerto!" respondió al "¡Tuerto, tuerto!" de la Viola. Con el de ayer, el tricolor suma siete partidos sin perder en forma consecutiva con Defensor. Cinco encuentros en la definición del Uruguayo (1-1, 1-1, 3-0, 2-1 y 2-1) y en la Liguilla igualaron 0-0 en el Nasazzi. El último triunfo violeta es del Clausura pasado, cuando ganó por 3-2 después de ir perdiendo por 2-0. Una racha que ya generó el cambio de gritos entre las tribunas.
EDUARDO ACEVEDO: “Este fútbol es difícil”
"Tuvimos un rendimiento sólido. Siempre se intentó jugar y marcarle el saque largo de Martín Silva para ganarle esa segunda pelota que es clave. A partir de ahí generamos el fútbol y los apretamos en la salida", dijo el técnico albo Eduardo Acevedo tras el claro triunfo de su equipo. El entrenador resaltó la actuación de varios de sus futbolistas y reconoció que a pesar de generar menos chances de gol, "se concretaron tres con momentos de clase y jerarquía. En el primer partido generamos 17 situaciones y 15 en el segundo", reconoció.
Acevedo analizó que "Defensor tuvo una sola situación clara de gol que pegó en el palo. Eso habla de nuestro trabajo defensivo. Se tuvo atención y concentración para ser letales. De todas maneras, hay que estar atentos porque el fútbol uruguayo es el más complejo de todos, con partidos trabados. Nacional siempre va a tener la in- tención, pero este es un fútbol de los más difíciles del mundo para jugar. Cualquier rival complica porque es más fácil destruir que construir", concluyó el estratega.
MARIO REGUEIRO: “Yo no soy goleador”
"Si bien en lo personal quedé conforme, más por lo que el equipo como conjunto expresó en la cancha. En los últimos minutos del primer tiempo demostramos que queríamos ganar", señaló Mario Regueiro a Ultimas Noticias. El delantero jugó su primer partido completo en la vuelta a Nacional. Fue decisivo en el segundo y tercer gol del equipo.
Regueiro destacó que "Defensor se cerró y era difícil entrarle. Equivocamos porque no lo hicimos por las bandas. Cuando lo logramos hubo más espacios y se abrió el partido".
Pasado el primer tiempo, el delantero manifestó que en el descanso se ajustaron las posiciones de ofensiva y el método para poder quebrar a un equipo rival que se cerraba en su zona. "El técnico nos pidió tranquilidad para no errar tanto en los pases y mejoramos en el segundo tiempo cuando entendimos que se debía atacarlos por afuera", declaró. Sobre el gol dijo que "fue un lindo y la jugada también pero me quedo por lo que expuso el equipo. Que los goles los haga cualquiera, yo no soy un goleador", reconoció.
ÁNGEL “MATUTE” MORALES
Está afinado. Está entero a pesar de sus 34 años y alguna lesión importante que lo maltrajo. Ángel "Matute" Morales no pisó la sala de prensa porque lo aguardaba el vuelo hacia Buenos Aires. Antes de partir aprovechando el libre de hoy, señaló a Ultimas Noticias estar conforme con su estado actual. "Cada vez me siento más conforme y aquí me han tratado muy bien. El hecho de tener continuidad me permite tener más posibilidad de equivocarme y poder reivin- dicarme. Jugando menos tiempo las posibilidades eran pocas. Tengo actualmente la chance de jugar los 90 minutos y me siento cómodo. Jugando de a 10 minutos nunca se sabe si se puede llegar a los 90. El tema es acostumbrar al cuerpo y a la cabeza de que lo puedo hacer", expresó.
“Cuando se tienen muchos jugadores que juegan bien y se puede llevar a la práctica, es más placentero para uno”.
Fuente:últimas noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario