El delantero volvió a Nacional porque el equipo al que pertenece,
Sampdoria, no iba a tenerlo en cuenta al igual que el año pasado.
Admitió que se ilusiona con quedarse en Nacional. Dijo que volver a casa
siempre es bueno, "más si se necesita estar bien y contenido por su
gente y su hinchada". Reconoció que cuando se llega a Italia siendo muy
joven "te tratan como si fueras de Tercera División y uno está
acostumbrado a jugar un montón de cosas y sentirse importante. Es
difícil volver a arrancar de abajo".
-El hincha de Nacional está ilusionado, ¿hay posibilidades de que se
quede?
-La ilusión también es mía, pero a veces no depende de uno. Estuve
hablando con mis representantes y también puede haber alguna cosa afuera.
-¿Cómo fue su última experiencia en el Huelva?
-Relativamente buena. Yo siempre tomo las experiencias como buenas, aún
cuando pasen cosas malas o uno no tiene la regularidad que esperaba.
Todo suma para la carrera y sirve para madurar.
- O sea que no jugó mucho.
-Tuve momentos en que jugué muchísimo y otros en que me tocó ir a la
tribuna. Son cosas extrañas que a veces pasan cuando uno está en otro
lado. Cuesta entenderlo y te desesperan un poco. Gracias a Dios hoy
estoy en mi casa donde siempre tengo un lugar. Venir acá y estar con mis
compañeros me hace bien. Tengo que estar tranquilo, entrenar y tratar
de no ilusionar a nadie, sobre todo a mí mismo.
-¿Quiere quedarse?
-Volver a casa siempre es bueno. Sobre todo cuando uno necesita sentirse
bien, contenido con su gente, con su hinchada. No hay mejor lugar que
éste, pero como te dije antes a veces no depende de uno.
-¿Pasa por lo económico?, porque Nacional no le va a poder pagar lo que
gana allá.
-Sin duda, pero si todo sale bien y mis representantes también ponen de
su parte, y eso se llega a hablar, seguramente podría llegarse a un
acuerdo. Pero hoy no sé nada.
-Llegó el ansiado pase y se fue con gran ilusión, pero no jugó. ¿La ida
fue prematura?
-Es algo que pasa mucho. El otro día me tocó viajar con "Nico" (Lodeiro)
y él está en la misma situación. Yo llegué y me encontré con que no
iba a jugar y que con suerte entraría cinco minutos. Acá estaba
acostumbrado a jugar siempre y a sentirme importante y de un día para el
otro te encontrás teniendo que volver a arrancar de abajo. Es muy
difícil y te entra el desespero. A todos les cuesta un año o un año y
medio jugar. Hoy me doy cuenta que me fui muy rápido y fue un error. Me
tendría que haber quedado más tiempo y no desesperarme.
-¿Por qué cuesta tanto adaptarse? ¿Es en lo futbolístico o en el resto
de la vida?
-Es un poco de todo. Por ejemplo, en Italia cuando llegás siendo muy
joven te tratan como a un juvenil, como a uno de Tercera División. Y
acá, con 19 años estás debutando, jugando Libertadores y un montón de
cosas. El entrenador te habla y te dice que hay que ir despacio y
vos ya viviste muchas cosas. Me pasó en un clásico con el Génova, el
técnico me vino a hablar porque iba a tener chance de entrar y me
explicó lo que era un clásico. Que iba a ser un partido diferente, con
mucha gente, como si yo no lo supiera. Y eso que no se compara con un
clásico nuestro. En ese partido tuve mala suerte, hice un gol y me lo
anularon.
-Si pudiera volver atrás, ¿se iría?
-No, sin duda que no. No me arrepiento porque las cosas pasan por algo y
de todo se aprende, pero no me iría. Por suerte soy muy joven, tengo 22
años y todo por delante.
Fuente:ovación
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