Palmeiras perdió 1 a 0 como visitante el partido de vuelta con Sport Recife, pero como había vencido por el mismo score en el encuentro de ida disputado en San Pablo, se clasificó a los cuartos de final de la Copa Santander Libertadores en la definición por penales.
El equipo paulista consiguió su pasaje merced a una gran actuación de su veterano arquero Marcos, que tuvo intervenciones decisivas en el transcurso de los 90` reglamentarios y, además, a la hora de desempatar, logró contener tres penas capitales.
La Comisión de Competencias de la Conmebol estudiará la situación, pues el reglamento de la Copa no admite que dos equipos de un mismo país jueguen las finales y en la presente edición puede darse dicho caso ya que están en carrera Gremio, Palmeiras, Cruzeiro y Sao Paulo.
Por tanto, podría llegar a variar la disposición original de los cruzamie ntos para cuartos de final, según la cual el Palmeiras será el rival de Nacional en la próxima fase.
Si no ocurre eso, y los tricolores deben medirse con el cuadro del Parque Antártica, por lo visto hasta ahora no se trata de un adversario inaccesible, sino todo lo contrario: defensivamente parece frágil en el juego de alto, sus laterales no se desdoblan con la soltura de los marcadores de punta norteños y, salvo Cleiton Xavier, que como local juega de enganche y de visitante se recuesta a los volantes de marca, no tiene figuras de ataque que puedan considerarse desequilibrantes.
En la faz ofensiva, el Palmeiras trata de "dañar" con la potencia de Diego Souza y la profundidad un tanto solitaria del "lungo" Keirrison, pero si no tiene mayor volumen de juego que el que mostró en los dos partidos con el Sport Recife, al extremo de que anoche en los minutos finales lo salvó una pelota que dio en el travesaño del arco defendido por Marcos, el probable rival de Nacional luce como un caramelo - "garoto" en este caso- en una puerta de la escuela: está para "llevárselo..."
Fuente:ovación
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