El nombre de Hugo De León surgió ayer con fuerza para reemplazar a
Marcelo Gallardo en la dirección técnica de Nacional. En la encuesta de
la edición digital de El Observador, “¿Quién debería ser el próximo
técnico de Nacional?” resultó el más votado. No hay dudas de la
idolatría que sienten los hinchas por él; tampoco de la capacidad del
riverense para dirigir, ya demostrada con tres títulos uruguayos (1998,
2000 y 2001) y dos vicecampeonatos (1999 y 2004). Hay más: desde
diciembre de 2011 está habilitado para dirigir en Uruguay y ya no tendrá
esa espada de Damocles que cargó durante su anterior pasaje por el
club. El tema ahora es que De León cavó su propia fosa cuando se
enfrentó públicamente con la actual directiva y más precisamente con el
presidente Ricardo Alarcón. “Si Hugo quiere venir tiene que dar el
primer paso, la señal tiene que llegar de parte de él”, dijo un
dirigente a El Observador.
Esto significa que De León tendría que
acercarse al presidente, pedir disculpas públicas y “después ver que
decide Alarcón” agregó la fuente. “El tema es complejo, prácticamente
imposible”, porque consideran en la interna del club que De León no
volverá atrás en todo lo que afirmó, con duros cuestionamientos.
Opositor
En
las últimas elecciones del club De León integró la lista de Mario
Garbarino, opositora a Alarcón. El entrenador se refirió en varias
oportunidades irónicamente a la “Cultura Nacional”, el lema que impuso
Alarcón, y criticó la venta del 25% de los derechos federativos de
Lodeiro, Calzada, Píriz y el Morro García, además de presentarse en la
sede con un escribano para revisar documentos.
“Acá lo que hay
que hacer es cumplir con lo que establece la ley, que no se cumple y que
se burla permanentemente”, reclamó De León en aquel momento.
Y
Alarcón le respondió: “Yo no sé quién le ha llenado la cabeza a este
señor. Seguramente en algún momento nos vamos a cruzar en la calle con
De León y quizá en ese momento, podamos hablar en forma tranquila y
serena… Lo que no voy a permitir es que alguien piense que durante mi
gestión se han cometido irregularidades, deshonestidades. Nos podemos
haber equivocado, como cualquier ser humano, pero sin mala fe”.
Otro
dirigente tricolor, consultado ayer por El Observador, se preguntó: “¿Y
De León va a venir a trabajar con los delincuentes? Si quiere volver va
a tener que hablar con todos”.
Al mismo tiempo, otro integrante
de la comisión directiva recordó la cuenta pendiente del riverense como
entrenador, la competencia internacional. Durante sus primeros cuatro
años como técnico, Nacional se quedó siempre en la segunda ronda de la
Copa Libertadores.
Acercamiento
Por otra
parte, buscando puntos de encuentro para el regreso del ex entrenador al
club, a fin de año hay elecciones y uno de los candidatos a suceder a
Alarcón (por estatuto no puede presentarse a un tercer mandato) es
Eduardo Ache, en cuya presidencia anterior De León ya trabajó. La idea
de los dirigentes actuales es que el técnico que sea contratado llegue
por un año porque “sería poco inteligente traerlo por seis meses”, dijo
un directivo. En ese sentido, la llegada del Hugo encajaría
perfectamente ya que se lo asocia desde que se conoce que Ache se va a
presentar en las elecciones.
Ayer en el programa Las Voces del
Fútbol de 1310 AM, De León dijo que era la primera vez que “Nacional se
queda sin técnico y yo tengo el carné que me habilita a dirigir”. Tiró
un centro para que lo recogieran los dirigentes.
De inmediato los
hinchas comenzaron a manifestarse a través de los sitios web
partidarios y en www.elobservador.com.uy. Que Alarcón tendría que tener
un gesto de grandeza y aceptarlo, que si se dio un paso adelante cuando
se contrató a Juan Ramón Carrasco se podría repetir ahora, “queremos a
dios Hugo, el club es de los socios no de los dirigentes” y otro tiró
que se tienen que juntar Alarcón y Ache para decidir si llaman o no al
Hugo.
Pero el deseo de los hinchas se da de bruces con el
pensamiento de la actual directiva, porque las expresiones de De León,
que apuntaron a la honestidad de los presididos por Alarcón, provocaron
heridas muy profundas con las que el riverense se cavó su propia fosa.
De la gloria al conflicto
1998-2001: Rompió el sexenio
Hugo
De León asumió como técnico de Nacional en 1998 y cortó el sexenio de
Peñarol, cuando ese año fue campeón Uruguayo. El presidente del club era
Iocco. En 2001 se fue por decisión propia.
2004: Lo contrató Ache
De
León regresó a los tricolores en 2004 de la mano de Eduardo Ache.
Reemplazó a Santiago Ostolaza, quien había dirigido el Clasificatorio y
la Copa Libertadores, quedando eliminado en primera fase. Ese año
Nacional jugó la final del Uruguayo y perdió la final contra Danubio,
dirigido por Gerardo Pelusso.
El título
Una espada de Damocles
De
León no hizo el curso de DT en Uruguay y ese fue uno de los principales
obstáculos. En 2004 tuvo que dirigir desde afuera de la cancha. En 2011
un Tribunal de Apelaciones en lo civil le dio la razón y quedó
habilitado para dirigir.
Encontronazo: Duro contra la directiva
De
León se enfrentó duramente con la actual directiva y aludió
irónicamente a la “Cultura Nacional”. Ayer un dirigente preguntó, “¿Y De
León va a venir a trabajar con delincuentes?”.
La respuesta de Alarcón
“No
voy a permitir que alguien piense que durante mi gestión se han
cometido irregularidades o deshonestidades”, dijo Ricardo Alarcón en
2009.
elobservador.com.uy
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Hace 6 años
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