Muestra única de fidelidad, de amor intangible y desinteresado, de entrega por una insigna. El suicidio de Abdón es un hecho de amor inédito -hasta el día de hoy- en el mundo del deporte.
Quizás la trayectoria con la camiseta tricolor expliquen la tamaña decisión.
Se afilia al club en 1911, titular indiscutido durante siete años jugando de centro half, jugó con la tricolor en el pecho 207 partidos. Era un típico hombre defensivo de estilo combativo.
Al final de su carrera deportiva Abdón alternó su presencia en el primer equipo, e incluso no repitió el rendimiento que tuvo en sus primeros años, lo que le produjo un alto grado de frustración.
Al costado de su cuerpo, que durante horas permaneció en el círculo central del Gran Parque Central, había un revólver (la bala de Abdón entró en el corazón) una carta a su familia y otra al presidente de Nacional, el Dr. José María Delgado.
En la carta al titular tricolor escribió, entre muchas reflexiones, lo siguiente: “Querido Doctor Don José Maria Delgado. Le pido a usted y demás compañeros de Comisión que hagan por mí como yo hice por ustedes: hagan por mi familia y por mi querida madre".
"Nacional aunque en polvo convertido
Y en polvo siempre amante.
No olvidaré un instante
Lo mucho que te he querido
Adiós para siempre".
Además, los siguientes versos:
"Que siempre esté adelante
El club para nosotros anhelo
Yo doy mi sangre por todos mis compañeros,
Ahora y siempre el club gigante.
¡Viva el Club Nacional!"
Fuente:nacional.com.uy
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