Nacional hizo su parte al llegar a un acuerdo con Ruben Da Silva y desde ayer está convencido que jugará el domingo ante Tacuarembó en el Parque Central. Por eso, Gerardo Pelusso ordenó una práctica de fútbol ayer, en el propio estadio tricolor, porque la gran preocupación del entrenador a esta altura es la falta de ritmo que presenta su equipo.
Hace 12 días que la formación tricolor jugó su último encuentro y si bien en algún caso como el de Álvaro Fernández el descanso prolongado vino bien, para otros como Domínguez, Martín Rodríguez, Mondaini y Medina no tanto, pues necesitan rodaje. Cuando lo iban alcanzando (luego que el equipo disputó cinco partidos entre el domingo 8 y el 22 de febrero, es decir 14 días), primero tuvieron libre el domingo 1° de marzo y luego se decidió el paro de futbolistas. Es decir, casi en la misma cantidad de tiempo pasaron de jugar cinco partidos a ninguno.
Todo el ritmo que traía Nacional, que podía marcar diferencia en este tramo del torneo, lo perdió. Y lo más llamativo es que tres de los cinco futbolistas de la defensa hace bastante tiempo que no actúan. El arquero Rodrigo Muñoz retorna al arco luego de prácticamente un mes. Su último (y único) partido fue el 12 de febrero ante la Universidad San Martín de Porres. Ese mismo día también estuvo en el campo por última vez el lateral derecho argentino Matías Rodríguez. Incluso los dos presentaron algunos problemas físicos al inicio de la semana, aunque ya los superaron. Mauricio Victorino, en tanto, hace prácticamente dos meses que disputó un juego oficial. El zaguero jugó los 90 minutos del encuentro ante River Plate (0-2) por la penúltima fecha del Apertura, luego se detuvo la actividad y cuando retornó, a comienzos de febrero, él no pudo jugar como consecuencia de la luxación de codo que sufrió.
Para los futbolistas de Nacional, la espera se hizo muy larga. Demasiado, según ellos mismos, sobre todo pensando en que no quieren dar ninguna ventaja en la Copa Santander Libertadores.
No pierden de vista que entre el último partido por ese certamen -ante Nacional, en Asunción, el 18 de febrero- y el próximo -frente a River Plate en Montevideo el 19 de marzo- pasará un mes. De allí la importancia de tener ritmo competitivo en el torneo local.
Para hacer frente a este inconveniente que se le planteó al cuerpo técnico tricolor, Pelusso ha diseñado entrenamientos con mucho fútbol. El sábado pasado Nacional hizo fútbol interno en el Parque Central. El lunes el entrenador volvió a parar el equipo titular y a ordenar un movimiento futbolístico durante 20 minutos. El martes nuevamente fútbol -esta vez a puertas cerradas en el Parque Central- durante 40 minutos, el miércoles sólo hubo trabajos en el gimnasio dado el temporal y ayer nuevamente a la cancha para un repaso táctico sobre el césped del estadio tricolor, ya con todos los jugadores a la orden.
En ningún momento de la última semana, Pelusso varió la integración del equipo, que a esta altura ya está más que clara: Muñoz; Matías Rodríguez, Victorino, Martín Rodríguez, Domínguez; Fernández, O. Morales, Arismendi; Lodeiro; Mondaini y S. García.
Fuente:ovacion
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