Montevideo, 11 de marzo del 2009.
Vicepresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol D. Washington Rivero
Señor presente.-
Estimado compañero:
Llegó el día. El que tantas e innumerables veces pospuse. El día en que otros códigos, no sé si mejores o peores, pero sí muy diferentes a los míos, se han definitivamente impuesto para continuar constituyendo el soporte sustantivo y preeminente en el quehacer de la AUF. No soy de aquellos que abandonan el barco en plena tempestad. Creo haberlo demostrado.
No obstante, soy consciente de que muchas de las medidas adoptadas en ejercicio de las facultades extraordinarias conferidas al Consejo Ejecutivo por los Clubes, ya han transitado por las consuetudinarias trastiendas -esas que tanto daño le han hecho a nuestro fútbol- para despertar, seguramente por las visiones e intereses particulares.
Como no estoy dispuesto a ser copartícipe de esa nueva turbulencia y pese a que estoy absolutamente convencido de que tarde o temprano -quizás más temprano que tarde- las modificaciones y transformaciones adoptadas por este Consejo Ejecutivo en ejercicio de las mismas constituirán un avance histórico y significativo para el mejor desempeño y desarrollo de todo el contexto AUF, me anticipo a dejar el lugar para que otros, seguramente con mayor aptitud e idoneidad y más proclives a acompasar los tradicionales y no compartidos códigos puedan acoger con mejor receptividad que quien suscribe, los particulares y segmentarios requerimientos, siempre presentes.
Espero que usted y los demás amigos, compañeros del Consejo Ejecutivo sepan comprender el sentido y propósito de mi renuncia. No es otro que el de responder al deseo y aspiración de aquellos -que no son muchos pero que así lo hacen difundir- que consideran en las mencionadas trastiendas que pueden aportar, mucho mejor que uno, las soluciones a este complejo y perverso mundo en el que hemos estado insertos. Ahora tienen su oportunidad.
Elevada la presente a la Asamblea General de Clubes órgano que me honró con su elección para el cargo de Presidente y ante quien debo rendir sobre mis actos- hago constar a todos sus integrantes mi más profundo agradecimiento por tan inmerecida distinción, mis excusas por no haber podido contemplar muchas de sus particulares aspiraciones y mi compromiso de que, hasta que ello sea propicio para contribuir al mayor fortalecimiento institucional de la AUF, guardaré silencio.
Fraternalmente
José Luis Corbo
Fuente:la republica
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