Cuando Nacional salió al mercado a buscar un zaguero hiló fino, porque la prioridad era tener a un futbolista polifuncional. Y lo encontró en Martín Rodríguez. La gran prueba del ex River Plate, proveniente de Banfield de Argentina, la dio el sábado en el clásico y respondió muy bien.
Su solidez, velocidad, disposición a salir jugando y precisión para pasar el balón aun con la línea lateral como limitante dejó como principal conclusión que el técnico tricolor cuenta en sus filas, ahora sí, con un futbolista idóneo para jugar con línea de tres. Es más, bien puede decirse que las otras dos contrataciones de campo (Álvaro Fernández y Federico Domínguez) son el complemento perfecto para desarrollar el 3-4-1-2 que siempre quiso imponer el floridense.
Martín Rodríguez apareció para jugar el segundo tiempo en lugar de Matías Rodríguez, pero no como lateral derecho sino como stopper por ese sector en una línea de tres, completada por Mauricio Victorino como libre y Adrián Romero por izquierda. De esa manera Nacional, que empataba 1-1 y estaba con 10 futbolistas, disimuló perfectamente la inferioridad numérica, mantuvo la conformación del medio y de la ofensiva y así logró generar superioridad futbolística y se fue al ataque hasta lograr su merecido premio: el triunfo.
Si fue bueno el rendimiento con un hombre menos, mucho más lo puede ser con once, sobre todo porque el equipo quedó rengo al haber sido Federico Domínguez quien vio la roja, ya que el lateral zurdo juego prácticamente en mitad de cancha y tiene mucha vocación ofensiva. Vale la pena entonces analizar cómo está conformado el plantel.
La polifuncionalidad de Martín Rodríguez le permite a Pelusso tener un stopper rápido, con marca, buen juego aéreo (hizo un cierre oportuno de cabeza cuando por el segundo palo entraba Carlos Bueno) y salida prolija, que en cualquier momento puede transformarse en lateral. Lo mismo le pasa con Romero por el sector zurdo y con Victorino tiene un tiempista envidiable para hacer cierres.
La llegada de Fernández y Domínguez le otorgó marca, desdoble por las bandas y llegada hasta el fondo. El uruguayo con potencia y una zancada que le permitió el sábado generar un penal y el argentino con más picardía, con más velocidad sin pelota con con ella para generar sorpresa por el segundo palo, además de una muy buena pegada desde afuera del área ya sea para tirar al arco como para centrar, pues sus envíos al área fueron con la altura justa y una comba que favorece al delantero y no al defensa rival. Los carrileros le caen mejor incluso a "Matute" Morales, quien no debe desgastarse en bajar a recibir la pelota. Ahora sí, Pelusso tiene un plantel ideal para jugar con línea de tres. Quizá mañana, ante Cruzeiro por la final de la Copa Bimbo, ya aparezca con esa figura, aunque con Filgueira por izquierda porque Domínguez está suspendido.
El otro cambio puede estar en el arco, donde Rodrigo Muñoz quizá debute. El técnico deberá resolverlo hoy.
Bianchi dio el OK y Mondaini ya es el nuevo punta tricolor
¡Al fin! La promesa del punta por afuera a Pelusso demoró pero se concretó. Marcos Mondaini, de 23 años, llegará mañana a Montevideo para ser nuevo jugador de Nacional. La operación se concretó a última hora de ayer, luego que Carlos Bianchi, manager de Boca Juniors, diera el OK a los representantes del futbolista, con quien los tricolores ya tenían un acuerdo. El acuerdo es un préstamo por seis meses sin cargo con opción de compra, mismos términos en los que cerró la llegada de Nicolás Bertolo en su momento. El futbolista viajó a Salta, donde esta noche Boca Juniors enfrentará a Independiente.
Boné y Méndez, dos promesas
Dos nombres como para recordar para el futuro: Ayrton Nicolás Boné Esquivel y Guillermo Andrés Méndez. Tienen 14 años, los dos juegan en Nacional y fueron los dos mejores jugadores del Mundialito Paz y Unidad, disputado por la selección nacional Sub 15 en Bolivia. Boné, nacido el 27 de mayo de 1994, fue elegido como el mejor exponente del certamen organizado por la célebre academia Tahuichi Aguilera, a la que los celestes vencieron por 4-1 en la final con tres tantos tricolores, uno de ellos del volante. Méndez, por su parte, anotó dos veces y fue el máximo artillero del certamen con 11 tantos. El punta es del 26 de agosto de 1994. Ambos son representados por la empresa Pro Fútbol, dirigida por Gustavo Méndez y Paolo Montero. La actuación de Boné fue tan descollante que despertó el interés del poderosísimo Chelsea, quien tuvo a un emisario siguiendo sus pasos.
Fuente :ovacion
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