Prácticas son prácticas, es cierto, pero igual dicen cosas. La práctica
de fútbol realizada ayer por Nacional debe ser, si no preocupante, al
menos inquietante. De repente no tanto por el 3-1 que los suplentes le
endosaron a los titulares, sino por la forma. Por momentos hubo una
superioridad avasallante y no se debe perder de vista que el rival del
domingo será Liverpool, un equipo que siempre sale a atacar.
El aspecto positivo para el elenco tricolor luego de los 60 minutos de
fútbol que hizo en el Parque Central (uno de 35` y otro de 25`), fue que
Horacio Peralta tomó parte de todo el entrenamiento, no sintió molestia
alguna y el técnico Luis González lo confirmó en la oncena para el
domingo. Por lo tanto, el equipo no se toca: Rodrigo Muñoz; Christian
Núñez, Alejandro Lembo, Sebastián Coates, Ernesto Goñi; Mauricio
Pereyra, Raúl Ferro, Marcelo Palau, Peralta; Diego Chaves y Santiago
García. Esta formación enfrentó a Leonardo Burián; Julián Perujo,
Gonzalo Godoy, Mariano Pernía; Robert Flores, Maximiliano Calzada,
Facundo Píriz, Mathías Cabrera, Mathías Mirabaje; Richard Porta y Martín
Cauteruccio. Sí, así parados.
González plantó a los suplentes con línea de tres en el fondo, cinco
volantes y dos puntas, tal como espera que salga Liverpool a disputar el
encuentro del domingo. Y la verdad es que el mediocampo poblado le dio
grandes dolores de cabeza. En cierta forma el movimiento fue muy
ilustrativo de los aspectos tácticos a corregir. Hay uno muy evidente y
es que si Peralta no se involucra más en la marca, Palau y Ferro se ven
desbordados en la contención. Precisamente a espaldas del "Chino" quedó
una "estancia" por la cual Flores se movió con absoluta soltura. Esto
recargó el trabajo de Goñi, a quien le hicieron el 2-1 con Porta.
Durante los primeros 35 minutos dominaron netamente los suplentes.
"Siempre los que no juegan son complicados y en este plantel todavía
mucho más", reflexionó el dirigente Alex Saúl cuando antes de que
terminara el primer período ya el marcador estaba 2-0 en contra de la
formación principal, producto de los goles marcados por Mirabaje y
Flores, uno por cada banda del campo.
Apenas iniciado el complemento, ya sin Lembo en cancha (lo reemplazó
Godoy) porque estaba algo cansado y se había convenido que sólo jugaría
los primeros 35`, Cabrera puso el 3-0 luego de una muy buena jugada con
Mirabaje. El "Morro" descontó y terminó el movimiento.
Lo positivo es que la cachetada sirve para despabilarse y no para
castigar. Es preferible que los problemas (graves) de contención que
tuvo el equipo se hayan revelado el jueves en un entrenamiento y no el
domingo con el Parque Central lleno y jugando por los puntos. Ahora hay
tiempo para corregir, ajustar y lograr un funcionamiento adecuado, que
por cierto debe ser muy distinto al de ayer.
Pereyra está acostumbrado a cubrir sus espaldas, pero por el lado de
Peralta hay un problema urgente que resolver.
Fuente:ovación
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