¿Por qué teniendo unas condiciones estupendas no ha hecho una gran
carrera? ¿Por qué siendo
ambidiestro, como pocos en el mundo, no ha
jugado en grandes clubes? ¿Por qué sólo lució 7 veces
la Celeste cuando todos creíamos que sería el
gran jugador del futuro?
¡Tantas interrogantes se generan en torno a Horacio
Peralta! Es que el "Chino" asomó al mundo del fútbol en aquella Sub 17
que jugó el Sudamericano aquí en Montevideo, y unánimemente todos
afirmamos que había en ese equipo dos jugadores que serían los mejores
en el futuro: Ruben Olivera y Horacio Peralta. Era indiscutible. Sin
embargo, ninguno de los dos llegó a ser lo que prometieron ser, aunque
Horacio sale en defensa de su amigo y dice que "el Pollo hizo una buena
carrera, se fue a la 'Juve' y se quedó muchos años aunque no jugara
muchos partidos; se nota más la carrera que hizo él por eso, por haberse
quedado, como un profesional, y hacer la diferencia económica y además
foguearse bien".
Este es el punto clave en la carrera de Peralta, según el propio
jugador, ya que al ponerle sobre la mesa el tema de los tan famosos
errores que cometió en el pasado, el "Chino" más que referirse a sus
supuestas inconductas a nivel profesional, como ser sus llegadas tarde a
los entrenamientos en la época del Nacional de Carreño, por citar un
ejemplo, señala como su mayor error el no haberse quedado en Europa,
como hizo el "Pollo" Olivera: "Eso es lo que me voy a reprochar siempre;
haberme venido de Europa, para foguearme. Me decían que tenía que
adaptarme al fútbol europeo, pero me vine. Aunque no me tocara jugar
tenía que quedarme. Opté por irme porque creía que era el momento para
jugar y tener continuidad. En Europa tenía todo pero me faltaba jugar,
tener continuidad, y sufría por no jugar. Por eso decidí volverme".
“Muchas veces le
habré errado”
-¿Y de los otros errores?
-Muchas veces la habré errado, claro. En mi etapa anterior en Nacional
tomé decisiones que, tal vez por ser joven, no eran las más correctas.
Pero había muchas cosas en la interna que la gente no las conoce. Yo era
uno más del plantel, pero a veces agarraba una bandera que no la tenía
que agarrar, y chocaba con los dirigentes, y podía ser problemático,
pero al ver que compañeros con familia pasaban cuatro meses sin cobrar…
Recuerdo que entre los que podíamos, como yo que no tenía familia que
mantener, hacíamos colectas para que los compañeros pagaran la luz y
otros gastos. En esa época yo chocaba mucho por esas cosas, y ahora no
es que esté aplacado porque sigo pensando igual, pero lo manejamos de
otra manera".
-Debido a tu anterior pasaje por el club es que los dirigentes, o
algunos de ellos, pusieron ciertos reparos para que se concretara este
regreso tuyo. ¿Qué les dirías a esos dirigentes que desconfían sobre lo
que puede aportarle este Peralta de hoy a Nacional?
-Hay cosas que se pueden resolver de otra manera y en aquel tiempo yo
las resolvía del peor modo o de una manera poco correcta. Esta fue una
de las cosas que más charlamos con los dirigentes para que vean que uno
ya está con la cabeza limpia y que no voy a cometer los errores que
cometía antes.
González se la jugó
Peralta es consciente que el técnico Luis González se jugó la ropa por
él. González, que fue quien dirigió y potenció a Peralta en las
divisiones juveniles de Danubio, desea que el Peralta 2010 "sea aquel
chico que conocí cuando llegó a Danubio. Creo que de eso no se olvidó.
Indudablemente está en nosotros, el cuerpo técnico, brindarle las
posibilidades para que lo pueda ser".
-¿Qué sentís con respecto a Luis González que se la jugó por vos?
-Siento una responsabilidad hacia él por el apoyo que me dio, por esta
oportunidad, por pedirme a una directiva que no estaba totalmente a
favor y él se la jugó por mí. Tuvimos una charla y me dijo que todo el
mundo comete errores, que él también los había cometido. Por eso siento
esa responsabilidad de responderle a Luis y a la gente que ha confiado
en mí.
-Luis González dijo, textual, que "este es un Peralta diferente, porque
tiene 28 años, pero indudablemente aún posee esa llama interna que se le
puede despertar y darle mucho al hincha, que es el que lo va a
disfrutar. Aparte, tiene una experiencia y un recorrido que le pueden
aportar cosas importantes a los más jóvenes. En algunas cosas lo
encontré más maduro y en otras vi al chiquilín que conocí, pero me
parece bien que mantenga esa irresponsabilidad para jugar que tuvo
siempre. Pero es como todo, porque a mí también me pasa que me siento
muy maduro para algunas cosas y para otras no tanto". ¿Por un tema de
edad, este Peralta es diferente a aquel que jugó hace seis años en
Nacional? ¿Y sentís que hay una presión mayor que en aquella época?
-El tema es que cuando llegué la primera vez tenía 20 años. Era muy
joven. Ahora tengo 28 y las cosas ya se ven de otra manera. La presión
de volver existe porque uno antes hizo las cosas bien en la cancha. Pasa
por ese lado. Además, el último año se les escapó el título y esa es
otra presión, que es la de conseguir el campeonato. Esta es una muy
buena oportunidad que se me presenta, pero no creo que sea mi última
chance grande en mi carrera profesional. Acá hay jugadores jóvenes pero
se tendrán que hacer otros referentes en el grupo. Es un cambio por los
jugadores que han estado, pero hoy por hoy hay que cambiar.
A favor y en contra
-¿Sentís que vas a tener gente en contra?
-Así como hay mucha gente que apuesta a que uno puede volver y levantar
el nivel, también hay mucha gente que apuesta a que no.
-Cerremos con algo de fútbol. ¿Dónde podés darle una mano a Luis
González, como enganche, abierto por la punta y más cerca del área,
dónde te sentís mejor?
-Cuando empecé jugaba de media punta, pero cuando tuve a Luis González
en las juveniles de Danubio yo iba de punta junto con otro punta alto. A
mí me gusta más arrancar de atrás, aunque en México llegué a jugar como
único punta y me fue bastante bien.
Rompió con el Grupo Casal
Días atrás la noticia era que Carlos Bueno había
decidido romper su vínculo con el Grupo Casal, y ahora también Horacio
Peralta ha decidido cortar esa relación: "Hace un tiempo dejé con la
gente del grupo (Casal) con la que estuve muchos años. Creo que después
que uno cumple un ciclo, y cuando las cosas no se estaban dando como uno
quería, hablé con ellos y decidimos terminar un vínculo que duró mucho,
que fue bueno, pero ya era momento de ponerle un punto".
“Lo mejor
fue en el
Flamengo”
Peralta ha vestido 13 camisetas. Empezó en Danubio
(desde juveniles hasta debutar en Primera en el año 2000), luego pasó a
Cerro (2001), y de ahí a Nacional (2002-2004), hasta que estando
Ostolaza de técnico se va al Cagliari de Italia (2004), luego Albacete
de España (2005), Grasshoppers de Suiza (2005), volvió a este continente
y jugó en Flamenco de Brasil (2006), recaló en Bella Vista (2007), se
fue al Puebla de México (2008), vino a Quilmes de Argentina (2008),
cruzó el Río de la Plata y jugó en Cerro (2009), se fue de vuelta al
fútbol azteca para defender al Atlante (2009) y lo último fue en Central
Español (2010).
"De mis mejores etapas en el exterior fue en Flamengo y en Puebla, que
terminé haciendo varios goles e hice muy buenos partidos", dice Peralta.
"Lo de Flamengo me asombró porque era local en todos lados. De repente
ibas a Manaos, que son seis horas de avión, llegabas al estadio y era
todo rojo y negro. Flamengo tiene 35 millones de hinchas. Es
espectacular cuando ganás, y a mí me tocó vivirlo cuando ganamos un
campeonato que hacía 13 años no ganaba el club, entonces éramos Dios en
Río de Janeiro. Pero también en Maracaná no podés ni empatar. Si ganás,
después salís toda la semana y no te dejan pagar nada, en un shopping, o
si vas a comer, te regalan todo. Pero si a la otra semana empatás en el
Maracaná, toda esa gente que te regaló, no te habla, o directamente no
te atienden. ¡Y si perdés te esperan afuera! Si hacés un gol, después
tenés gente durante una semana en la puerta de tu casa para pedirte
autógrafos. Pero si empatás en Maracaná, tenés gente una semana
esperándote porque te quieren matar".
El ambidiestro que hizo
historia en un clásico
Una de las tardes que más se recuerdan de Horacio Peralta es aquella en
la que ejecutó dos penales, en un clásico, uno con pierna derecha y el
otro con pierna izquierda. El "Chino" recuerda detalles de aquellos
momentos: "Eso lo decidí en el momento y tenía la confianza para
hacerlo. Era un clásico, y en el primer penal yo la había picado y él se
había jugado a un palo, y en el segundo penal yo sabía que se iba a
quedar parado, entonces decidí patear con la otra pierna porque así él
no sabía para dónde le iba a pegar. Cuando Gustavo Méndez me vio que me
perfilaba para pegarle con la otra pierna me dijo 'aseguralo, ¿qué vas a
hacer?', me lo dijo en un tono como diciéndome que le pegara con la
derecha, me vio parado para pegarle de zurda y me quiso decir que le
pegara de derecha. Gustavo me dijo 'hacé el gol que si nos acercamos
podemos darlo vuelta' y yo le dije 'vos quedate tranquilo que voy a
hacer el gol' y miré al arquero, que era Elduayen, y cuando me vio
parado a la izquierda él no entendía nada. Yo pensaba que él pensaría
que se la iba a picar con la izquierda, y no tenía nada que perder si se
quedaba parado y la pelota iba a un palo. Por eso opté por hacer eso".
Dos de tiro libre
Pero no conforme con haber quedado en la historia por ejecutar y
convertir dos penales con diferentes piernas, aún tiene pendiente otro
desafío personal de similares características, pero más difícil: "Me
queda pendiente hacer dos goles de tiro libre en un mismo partido, con
diferentes piernas. Estuve muy cerca en un partido contra Danubio por la
Copa Sudamericana 2002. Hice uno de tiro libre con la izquierda, y hubo
otra jugada que le pegué de derecha y pasó muy cerca pero no pudo ser.
Es algo personal que me gustaría hacer".
“Soy derecho, muchos
no lo saben”
¿Cómo aprendió Peralta a ser ambidiestro? "Fue por entrenar mucho en
Danubio. En el Baby no lo hacía, pero en juveniles trataba de pegarle
con las dos piernas.
Yo soy derecho y mucha gente no lo sabe, y no lo creen. He hecho test y
me ha dado que entre la zurda y la derecha hay muy pocas diferencias de
reacción y de dominio de pelota, son casi iguales. La única diferencia
es que la derecha tiene un poquito más de fuerza".
Golazo clásico
Otra tarde triunfal fue en un clásico de 2002, cuando convirtió un
golazo, dejando desparramado al arquero Elduayen y un par de zagueros:
"Fue un contragolpe que yo salí desde el medio de la cancha y le metí la
pelota a Méndez que quedó solo contra Elduayen, atajó el arquero y me
devolvió la pelota.
Tengo un video de ese gol y siempre comentamos con Gustavo que él me dio
la pelota porque después del pique había quedado muerto, con las manos
en la cintura, y me dio la pelota como sacándosela de arriba, y yo pude
hacer el gol".
Fuente:últimas noticias
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Hace 6 años
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