Tal vez el cuadro no fue el ideal para tan hermoso marco. El buen fútbol apareció muy esporádicamente. Pero la gente que llenó el Parque Central no dejó de alentar ni siquiera un minuto. Y tanto aliento merecía la retribución que los hinchas obtuvieron.
Es más, el gol de Nicolás Lodeiro llegó en el momento en que más fuerte se hacía sentir el grito de ¡dale Bolso!, a pesar de estar a segundos de la primera gran desazón del año y en las puertas de la primera final de la temporada.
Por ese aliento constante es que el Parque Central se ha convertido en un arma más de Nacional, sobre todo en las copas internacionales. Por ese aliento Nacional esperó hasta último momento para a este estadio en obras. Y por ese aliento, en buena medida, Nacional ganó en la noche de ayer.
A esta altura de las obras, el estadio tricolor seguramente ha perdido en capacidad, pero ha ganado en otras cosas no menos importantes. Los cantos desde la Abdón Porte generan un efecto mucho más fuerte sobre propios y, en especial, sobre ajenos.
Los partidos no se ganan desde la tribuna, es cierto. De hecho, en la noche de ayer, Nacional estuvo a segundos de dejar sus primeros puntos en el camino en la Copa. Pero que la tribuna ayuda, pocos lo dudan. 
El Parque Central es un orgullo de Nacional. Y está bien que así sea. Porque tiene el mejor campo de juego del país. Porque a la vista luce espléndido. Porque, como se ha dicho, se ha convertido un arma más que válida cuando se muestra colmado como ante Universidad de San Martín o en cada partido que ha jugado allí Nacional por la Santander Libertadores.
Ganar con holgura, sin pasar zozobras, es el ideal. Pero siempre que se gana un partido "en la hora" se dice que tiene un gusto especial, que es lo que al hincha le gusta. Sin dudas, si Nacional hubiese ganado 2-0 -o más- el Parque hubiese quedado vacío diez minutos después del pitazo final. Ayer, diez minutos después que el chileno Chandía señaló la mitad de la cancha, el estadio seguía lleno y los hinchas saltando y cantando como si los jugadores todavía estuvieran tratando de acorralar a los peruanos en su área.
Esos hinchas ya piden algo. "Que el domingo cueste lo que cueste... el domingo tenemos que ganar" fue uno de los cantos con que se despidieron. pero esa será otra historia. Y otros jugadores.
No estarán Rodrigo Muñoz, Federico Domínguez, dos de los destacados en el partido de ayer. Tampoco estará Marcos Mondaini, con mejores ideas que concreciones.
Estos volverán a la cancha el miércoles, en Asunción, ante el tocayo paraguayo por la segunda fecha del grupo 3 de la Copa, torneo en el que Nacional no pierde en el Parque Central hace diez partidos.
Y eso que la historia no empezó bien. En 2005, tras la reinauguración del Parque, Nacional perdió ante Olmedo de Ecuador. Pero luego el panorama cambió, para el bien tricolor.
En la edición de 2006, jugó cuatro partidos y perdió uno (ante Internacional de Brasil, a la postre campeón, por octavos de final).
En 2007, cinco equipos visitaron el estadio tricolor, cuatro se fueron derrotados y uno empató.
En la última edición de la Copa, Nacional jugó cuatro veces en el Parque, ganó cuatro y empató una.
Una vista del parque 
Así lució la tribuna José María Delgado, lo que haciendo un paralelismo con el estadio Centenario sería la América. Cuando se terminen las obras el Parque tendrá un capacidad superior a los 25.000 espectadores.
El sector de las galeras
El Parque tuvo un gran colorido en sus tribunas. Un sector, con invitados del Banco Santander, sponsor de la Libertadores, se caracterizó por tener a los hinchas con galeras tricolores. La gente vivió una jornada de fiesta. 
Federico Domínguez deleitó con su gran pegada
El argentino mostró una gran clase en su pegada. Y no sólo por el notable tiro libre que se transformó en el 1-0 parcial a favor de los tricolores, también lo demostró con pases largos (no pelotazos) para los punteros y con precisas habilitaciones de primera bajando pelotas llovidas.
La cifra
10 partidos invicto lleva Nacional jugando en el Parque Central por la Copa Santander Libertadores. Perdió el 27 de abril de 2006 ante Inter.
El palco de la fiesta
Varios palcos presentaron adornos especiales, como el que colgó una bandera que decía "Peñarol mira la Copa por Fox". Pero de los más llamativos fue este. Tres chicas armaron su fiesta tricolor con máscaras, globos y porras.
Colorido recibimiento
Humo azul, blanco y rojo ambientaron la entrada al campo de juego de Nacional. Como siempre, el recibimiento fue de los momentos más "acalorados". Hubo mucho petardo y serpentinas, que rápidamente fueron retiradas.
Fuente:ovacion
No hay comentarios:
Publicar un comentario